La mujer no depende ya del hombre
¿Se mantendrá la familia en un Estado comunista? ¿Persistirá en la misma forma actual? Son estas cuestiones que atormentan, en los momentos presentes, a la mujer de la clase trabajadora y preocupa igualmente a sus compañeros, los hombres.
No debe extrañarnos que en estos últimos tiempos este problema perturbe las mentes de las mujeres trabajadoras. La vida cambia continuamente ante nuestros ojos; antiguos hábitos y costumbres desaparecen poco a poco. Toda la existencia de la familia proletaria se modifica y organiza en forma tan nueva, tan fuera de lo corriente, tan extraña, como nunca pudimos imaginar.
Y una de las cosas que mayor perplejidad produce en la mujer en estos momentos es la manera como se ha facilitado el divorcio en Rusia.
De hecho, en virtud del decreto del Comisario del Pueblo del 18 de diciembre de 1917, el divorcio ha dejado de ser un lijo accesible sólo a los ricos; desde ahora en adelante, la mujer trabajadora no tendrá que esperar y meses, e incluso hasta años, para que sea fallada su petición de separación matrimonial que le dé derecho a independizarse de un marido borracho o brutal, acostumbrado a golpearla. Desde ahora en adelante el divorcio se podrá obtener amigablemente dentro del periodo de una o dos semanas todo lo más.
Pero es precisamente esta facilidad para obtener el divorcio, manantial de tantas esperanzas para las mujeres que son desgraciadas en su matrimonio, lo que asusta a otras mujeres, particularmente a aquellas que consideran todavía al marido como el "proveedor" de la familia, como el único sostén de la vida, a esas mujeres que no comprenden todavía que deben acostumbrarse a buscar y a encontrar ese sostén en otro sitio, no en la persona del hombre, sino en la persona de la sociedad, en el Estado.
Desde la familia genésica a nuestros días
No hay ninguna razón para pretender engañarnos a nosotros mismos: la familia normal de los tiempos pasados en la cual el hombre lo era todo y la mujer nada -puesto que no tenía voluntad propia, ni dinero propio, ni tiempo del que disponer libremente-, este tipo de familia sufre modificaciones día por día, y actualmente es casi una cosa del pasado, lo cual no debe asustarnos.
Bien sea por error o ignorancia, estamos dispuestos a creer que todo lo que nos rodea debe permanecer inmutable, mientras todo lo demás cambia. Siempre ha sido así y siempre lo será. Esta afirmación es un error profundo.
Para darnos cuenta de su falsedad, no tenemos más que leer cómo vivían las gentes del pasado, e inmediatamente vemos cómo todo está sujeto a cambio y cómo no hay costumbres, ni organizaciones políticas, ni moral que permanezcan fijas e inviolables.
Así, pues, la familia ha cambiado frecuentemente de forma en las diversas épocas de la vida de la humanidad.
Hubo épocas en que la familia fue completamente distinta a como estamos acostumbrados a admitirla. Hubo un tiempo en que la única forma de familia que se consideraba normal era la llamada familia genésica, es decir, aquella en que el cabeza de familia era la anciana madre, en torno a la cual se agrupaban, en la vida y en el trabajo común, los hijos, nietos y biznietos.
La familia patriarcal fue en otros tiempos considerada también como la única forma posible de familia, presidida por un padre-amo, cuya voluntad era ley para todos los demás miembros de la familia. Aún en nuestros tiempos se pueden encontrar en las aldeas rusas familias campesinas de este tipo. En realidad podemos afirmar que en esas localidades la moral y las leyes que rigen la vida familiar son completamente distintas de las que reglamentan la vida de la familia del obrero de la ciudad. En el campo existen todavía gran número de costumbres que ya no es posible encontrar en la familia de la ciudad proletaria.
El tipo de familia, sus costumbres, etc., varían según las razas. Hay pueblos, como por ejemplo los turcos, árabes y persas, entre los cuales la ley autoriza al marido el tener varias mujeres. Han existido y todavía se encuentran tribus que toleran la costumbre contraria, es decir, que la mujer tenga varios maridos.
La moralidad al uso del hombre de nuestro tiempo le autoriza para exigir de las jóvenes la virginidad hasta su matrimonio legítimo. Pero, sin embargo, hay tribus en las que ocurre todo lo contrario: la mujer tiene por orgullo haber tenido muchos amantes, y se engalana brazos y piernas con brazaletes que indican el número...
Diversas costumbres, que a nosotros nos sorprenden, hábitos que podemos incluso calificar de inmorales, los practican otros pueblos, con la sanción divina, mientras que, por su parte, califican de "pecaminosas" muchas de nuestras costumbres y leyes.
Por tanto, no hay ninguna razón para que nos aterroricemos ante el hecho de que la familia sufra un cambio, porque gradualmente se descarten vestigios del pasado vividos hasta ahora, ni porque se implanten nuevas relaciones entre el hombre y la mujer. No tenemos más que preguntarnos: ¿qué es lo que ha muerto en nuestro viejo sistema familiar y qué relaciones hay entre el hombre trabajador y la mujer trabajadora, entre el campesino y la campesina?
¿Cuáles de sus respectivos derechos y deberes armonizan mejor con las condiciones de vida de la nueva Rusia? Todo lo que sea compatible con el nuevo estado de cosas se mantendrá; lo demás, toda esa anticuada morralla que hemos heredado de la maldita época de servidumbre y dominación, que era la característica de los terratenientes y capitalistas, todo eso tendrá que ser barrido juntamente con la misma clase explotadora, con esos enemigos del proletariado y de los pobres.
El capitalismo ha destruido la vieja vida familiar
La familia, en su forma actual, no es más que una de tantas herencias del pasado. Sólidamente unida, compacta en sí misma en sus comienzos, e indisoluble -tal era el carácter del matrimonio santificado por el cura-, la familia era igualmente necesaria para cada uno de sus miembros. Porque ¿quién se hubiera ocupado de criar, vestir y educar a los hijos de no ser la familia? ¿Quién se hubiera ocupado de guiarlos en la vida? Triste suerte la de los huérfanos en aquellos tiempos; era el peor destino que pudiera tocarle a uno en suerte.
En el tipo de familia a que estamos acostumbrados, es el marido el que gana el sustento, el que mantiene a la mujer y a los hijos. La mujer, por su parte, se ocupa de los quehaceres domésticos y de criar a los hijos como le parece.
Pero, desde hace un siglo, esta forma corriente de familia ha experimentado una destrucción progresiva en todos los países del mundo, en los que domina el capitalismo, en aquellos países en que el número de fábricas crece rápidamente, juntamente con otras empresas capitalistas que emplean trabajadores.
Las costumbres y la moral familiar se forman simultáneamente como consecuencia de las condiciones generales de la vida que rodea a la familia. Lo que más ha contribuido a que se modificasen las costumbres familiares de una manera radical ha sido, indiscutiblemente, la enorme expansión que ha adquirido por todas partes el trabajo asalariado de la mujer. Anteriormente, era el hombre el único sostén posible de la familia. Pero desde los últimos cincuenta o sesenta años, hemos experimentado en Rusia (con anterioridad en otros países) que el régimen capitalista obliga a las mujeres a buscar trabajo remunerador fuera de la familia, fuera de su casa.
Treinta millones de mujeres soportan una doble carga
Como el salario del hombre, sostén de la familia, resultaba insuficiente para cubrir las necesidades de la misma, la mujer se vio obligada a su vez a buscar trabajo remunerado; la madre tuvo que llamar también a la puerta de la fábrica. Año por año, día tras día, fue creciendo el número de mujeres pertenecientes a la clase trabajadora que abandonaban sus casas para ir a nutrir las filas de las fábricas, para trabajar como obreras, dependientas, oficinistas, lavanderas o criadas.
Según cálculos de antes de la Gran Guerra, en los países de Europa y América ascendían a sesenta millones las mujeres que se ganaban la vida con su trabajo. Durante la guerra ese número aumentó considerablemente.
La inmensa mayoría de estas mujeres estaban casadas; fácil es imaginarnos la vida familiar que podrían disfrutar. ¡Qué vida familiar puede existir donde la esposa y madre se va de casa durante ocho horas diarias, diez mejor dicho (contando el viaje de ida y vuelta)! La casa queda necesariamente descuidad; los hijos crecen sin ningún cuidado maternal, abandonados a sí mismos en medio de los peligros de la calle, en la cual pasan la mayor parte del tiempo.
La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre para cumplir con tres tareas que pesan al mismo tiempo sobre ella: disponer de las horas necesarias para el trabajo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o establecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor posible, a los quehaceres domésticos, y, por último, cuidar de sus hijos.
El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta; la ha convertido en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre.
Por tanto, nos encontramos con que la mujer se agota como consecuencia de esta triple e insoportable carga, que con frecuencia expresa con gritos de dolor y hace asomar lágrimas a sus ojos.
Los cuidados y las preocupaciones han sido en todo tiempo destino de la mujer; pero nunca ha sido su vida más desgraciada, más desesperada que en estos tiempos bajo el régimen capitalista, precisamente cuando la industria atraviesa por periodo de máxima expansión.
Los trabajadores aprenden a existir sin vida familiar
Cuanto más se extiende el trabajo asalariado de la mujer, más progresa la descomposición de la familia. ¡Qué vida familiar puede haber donde el hombre y la mujer trabajan en la fábrica, en secciones diferentes, si la mujer no dispone siquiera del tiempo necesario para guisar una comida medianamente buena para sus hijos! ¡Qué vida familiar puede ser la de una familia en la que el padre y la madre pasan fuera de casa la mayor parte de las veinticuatro horas del día, entregados a un duro trabajo, que les impide dedicar unos cuantos minutos a sus hijos!
En épocas anteriores, era completamente diferente. La madre, el ama de casa, permanecía en el hogar, se ocupaba de las tareas domésticas y de sus hijos, a los cuales no dejaba de observar, siempre vigilante.
Hoy día, desde las primeras horas de la mañana hasta que suena la sirena de la fábrica, la mujer trabajadora corre apresurada para llegar a su trabajo; por la noche, de nuevo, al sonar la sirena, vuelve precipitadamente a casa para preparar la sopa y hacer los quehaceres domésticos indispensables. A la mañana siguiente, después de breves horas de sueño, comienza otra vez para la mujer su pesada carga. No puede, pues, sorprendernos, por tanto, el hecho de que, debido a estas condiciones de vida, se deshagan los lazos familiares y la familia se disuelva cada día más. Poco a poco va desapareciendo todo aquello que convertía a la familia en un todo sólido, todo aquello que constituía sus seguros cimientos, la familia es cada vez menos necesaria a sus propios miembros y al Estado. Las viejas formas familiares se convierten en un obstáculo.
¿En qué consistía la fuerza de la familia en los tiempos pasados? En primer lugar, en el hecho de que era el marido, el padre, el que mantenía a la familia; en segundo lugar, el hogar era algo igualmente necesario a todos los miembros de la familia, y en tercer y último lugar, porque los hijos eran educados por los padres.
¿Qué es lo que queda actualmente de todo esto? El marido, como hemos visto, ha dejado de ser el sostén único de la familia. La mujer, que va a trabajar, se ha convertido, a este respecto, en igual a su marido. Ha aprendido no sólo a ganarse la vida, sino también, con gran frecuencia, a ganar la de sus hijos y su marido. Queda todavía, sin embargo, la función de la familia de criar y mantener a los hijos mientras son pequeños. Veamos ahora, en realidad, lo que subsiste de esta obligación.
El trabajo casero no es ya una necesidad
Hubo un tiempo en que la mujer de la clase pobre, tanto en la ciudad como en el campo, pasaba su vida entera en el seno de la familia. La mujer no sabía nada de lo que ocurría más allá del umbral de su casa y es casi seguro que tampoco deseaba saberlo. En compensación, tenía dentro de su casa las más variadas ocupaciones, todas útiles y necesarias, no sólo para la vida de la familia en sí, sino también para la de todo el Estado.
La mujer hacía, es cierto, todo lo que hoy hace cualquier mujer obrera o campesina. Guisaba, lavaba, limpiaba la casa y repasaba la ropa de la familia. Pero no hacía esto sólo. Tenía sobre sí, además, una serie de obligaciones que no tienen ya las mujeres de nuestro tiempo: hilaba la lana y el lino; tejía las telas y los adornos, las medias y los calcetines; hacía encajes y se dedicaba, en la medida de las posibilidades familiares, a las tareas de la conservación de carnes y demás alimentos; destilaba las bebidas de la familia, e incluso moldeaba las velas para la casa.
¡Cuán diversas eran las tareas de la mujer en los tiempos pasados! Así pasaron la vida nuestras madres y abuelas. Aún en nuestros días, allá en remotas aldeas, en pleno campo, en contacto con las líneas del tren o lejos de los grandes ríos, se pueden encontrar pequeños núcleos donde se conserva todavía, sin modificación alguna, este modo de vida de los buenos tiempos del pasado, en la que el ama de casa realizaba una serie de trabajos de los que no tiene noción la mujer trabajadora de las grandes ciudades o de las regiones de gran población industrial, desde hace mucho tiempo.
El trabajo industrial de la mujer en el hogar
En los tiempos de nuestras abuelas eran absolutamente necesarios y útiles todos los trabajos domésticos de la mujer, de los que dependía el bienestar de la familia. Cuanto más se dedicaba la mujer de su casa a estas tareas, tanto mejor era la vida en el hogar, más orden y abundancia se reflejaban en la casa. Hasta el propio Estado podía beneficiarse un tanto de las actividades de la mujer como ama de casa. Porque, en realidad, la mujer de otros tiempos no se limitaba a preparar purés para ella o su familia, sino que sus manos producían muchos otros productos de riqueza, tales como telas, hilo, mantequilla, etc., cosas que podían llevarse al mercado y ser consideradas como mercancías, como cosas de valor.
Es cierto que en los tiempos de nuestras abuelas y bisabuelas el trabajo no era evaluado en dinero. Pero no había ningún hombre, fuera campesino u obrero, que no buscase como compañera una mujer con "manos de oro", frase todavía proverbial entre el pueblo.
Porque sólo los recursos del hombre, sin el trabajo doméstico de la mujer, no hubieran bastado para mantener el hogar.
En lo que se refiere a los bienes del Estado, a los intereses de la nación, coincidían con los del marido; cuanto más trabajadora resultaba la mujer en el seno de su familia, tantos más productos de todas clases producía: telas, cueros, lana, cuyo sobrante podía ser vendido en el mercado de las cercanías; consecuentemente, la "mujer de su casa" contribuía a aumentar en su conjunto la prosperidad económica del país.
La mujer casada y la fábrica
El capitalismo ha modificado totalmente esta antigua manera de vida. Todo lo que antes se producía en el seno de la familia, se fabrica ahora en grandes cantidades en los talleres y en las fábricas. La máquina sustituyó a los ágiles dedos del ama de casa. ¿Qué mujer de su casa trabajaría hoy día en moldear velas, hilar o tejer tela? Todos estos productos pueden adquirirse en la tienda más próxima. Antes, todas las muchachas tenían que aprender a tejer sus medias; ¿es posible encontrar en nuestros tiempos una joven obrera que se haga las medias? En primer lugar, carece del tiempo necesario para ello. El tiempo es dinero y no hay nadie que quiera perderlo de una manera improductiva, es decir, sin obtener ningún provecho. Actualmente, toda mujer de su casa, que es a la vez una obrera, prefiere comprar las medias hechas que perder tiempo haciéndolas.
Pocas mujeres trabajadoras, y sólo en casos aislados, podemos encontrar hoy día que preparen las conservas para la familia, cuando la realidad es que en la tienda de comestibles de al lado de su casa puede comprarlas perfectamente preparadas. Aun en el caso de que el producto vendido en la tienda sea de una calidad inferior, o que no sea tan bueno como el que pueda hacer una ama de casa ahorrativa en su hogar, la mujer trabajadora no tiene ni tiempo ni energías para dedicarse a todas las laboriosas operaciones que requiere un trabajo de esta clase.
La realidad, pues, es que la familia contemporánea se independiza cada vez más de todos aquellos trabajos domésticos sin cuya preocupación no hubieran podido concebir la vida familiar nuestras abuelas.
Lo que se producía anteriormente en el seno de la familia se produce actualmente con el trabajo común de hombres y mujeres trabajadoras en las fábricas y talleres.
Los quehaceres individuales están llamados a desaparecer
La familia actualmente consume sin producir. Las tareas esenciales del ama de casa han quedado reducidas a cuatro: limpieza (suelos, muebles, calefacción , etc.); cocina (preparación de comida y cena); lavado y cuidado de la ropa blanca, y vestidos de la familia (remendado y repaso de la ropa).
Estos son trabajos agotadores. Consumen todas las energías y todo el tiempo de la mujer trabajadora, que, además, tiene que trabajar en una fábrica.
Ciertamente que los quehaceres de nuestras abuelas comprendían muchas más operaciones, pero, sin embargo, estaban dotados de una cualidad de la que carecen los trabajos domésticos de la mujer obrera de nuestros días; éstos han perdido su cualidad de trabajos útiles al Estado desde el punto de vista de la economía nacional, porque son trabajos con los que no se crean nuevos valores. Con ellos no se contribuye a la prosperidad del país.
Es en vano que la mujer trabajadora se pase el día desde la mañana hasta la noche limpiando su casa, lavando y planchando la ropa, consumiendo sus energías para conservar sus gastadas ropas en orden, matándose para preparar con sus modestos recursos la mejor comida posible, porque cuando termine el día no quedará, a pesar de sus esfuerzos, un resultado material de todo su trabajo diario; con sus manos infatigables no habrá creado en todo el día nada que pueda ser considerado como una mercancía en el mercado comercial. Mil años que viviera todo seguiría igual para la mujer trabajadora. Todas las mañanas habría que quitar polvo de la cómoda; el marido vendría con ganas de cenar por la noche y sus chiquitines volverían siempre a casa con los zapatos llenos de barro... El trabajo del ama de casa reporta cada día menos utilidad, es cada vez más improductivo.
La aurora del trabajo casero colectivo
Los trabajos caseros en forma individual han comenzado a desaparecer y de día en día van siendo sustituidos por el trabajo casero colectivo, y llegará un día, más pronto o más tarde, en que la mujer trabajadora no tendrá que ocuparse de su propio hogar.
En la Sociedad Comunista del mañana, estos trabajos serán realizados por una categoría especial de mujeres trabajadoras dedicadas únicamente a estas ocupaciones.
Las mujeres de los ricos, hace ya mucho tiempo que viven libres de estas desagradables y fatigosas tareas. ¿Por qué tiene la mujer trabajadora que continuar con esta pesada carga?
En la Rusia Soviética, la vida de la mujer trabajadora debe estar rodeada de las mismas comodidades, la misma limpieza, la misma higiene, la misma belleza, que hasta ahora constituía el ambiente de las mujeres pertenecientes a las clases adineradas. En una Sociedad Comunista la mujer trabajadora no tendrá que pasar sus escasas horas de descanso en la cocina, porque en la Sociedad Comunista existirán restaurantes públicos y cocinas centrales en los que podrá ir a comer todo el mundo.
Estos establecimientos han ido en aumento en todos los países, incluso dentro del régimen capitalista. En realidad, se puede decir que desde hace medio siglo aumentan de día en día en todas las ciudades de Europa; crecen como las setas después de la lluvia otoñal. Pero mientras en un sistema capitalista sólo gentes con bolsas bien repletas pueden permitirse el gusto de comer en los restaurantes, en una ciudad comunista estarán al alcance de todo el mundo.
Lo mismo se puede decir del lavado de la ropa y demás trabajos caseros. La mujer trabajadora no tendrá que ahogarse en un océano de porquería ni estropearse la vista remendando y cosiendo la ropa por las noches. No tendrá más que llevarla cada semana a los lavaderos centrales para ir a buscarla después lavada y planchada. De este modo tendrá la mujer trabajadora una preocupación menos.
La organización de talleres especiales para repasar y remendar la ropa ofrecerán a la mujer trabajadora la oportunidad de dedicarse por las noches a lecturas instructivas, a distracciones saludables, en vez de pasarlas como hasta ahora en tareas agotadoras.
Por tanto, vemos que las cuatro últimas tareas domésticas que todavía pesan sobre la mujer de nuestros tiempos desaparecerán con el triunfo del régimen comunista.
No tendrá de qué quejarse la mujer obrera, porque la Sociedad Comunista habrá terminado con el yugo doméstico de la mujer para hacer su vida más alegre, más rica, más libre y más completa.
La crianza de los hijos en el régimen capitalista
¿Qué quedará de la familia cuando hayan desaparecido todos estos quehaceres del trabajo casero individual? Todavía tendremos que luchar con el problema de los hijos. Pero en lo que se refiere a esta cuestión, el Estado de los Trabajadores acudirá en auxilio de la familia, sustituyéndola; gradualmente, la Sociedad se hará cargo de todas aquellas obligaciones que antes recaían sobre los padres.
Bajo el régimen capitalista la instrucción del niño ha cesado de ser una obligación de los padres. El niño aprende en la escuela. En cuanto el niño entra en la edad escolar, los padres respiran más libremente. Cuando llega este momento, el desarrollo intelectual del hijo deja de ser un asunto de su incumbencia.
Sin embargo, con ello no terminaban todas las obligaciones de la familia con respecto al niño. Todavía subsistía la obligación de alimentar al niño, de calzarle, vestirle, convertirlo en obrero diestro y honesto para que, con el tiempo, pudiera bastarse a sí propio y ayudar a sus padres cuando éstos llegaran a viejos.
Pero lo más corriente era, sin embargo, que la familia obrera no pudiera casi nunca cumplir enteramente estas obligaciones con respecto a sus hijos. El reducido salario de que depende la familia obrera no le permite ni tan siquiera dar a sus hijos lo suficiente para comer, mientras que el excesivo trabajo que pesa sobre los padres les impide dedicar a la educación de la joven generación toda la atención a que obliga este deber. Se daba por sentado que la familia se ocupaba de la crianza de los hijos. ¿Pero lo hacía en realidad? Más justo sería decir que es en la calle donde se crían los hijos de los proletarios. Los niños de la clase trabajadora desconocen las satisfacciones de la vida familiar, placeres de los cuales participamos todavía nosotros con nuestros padres.
Pero, además, hay que tener en cuenta que lo reducido de los jornales, la inseguridad en el trabajo y hasta el hambre convierten frecuentemente al niño de diez años de la clase trabajadora en un obrero independiente a su vez. Desde este momento, tan pronto como el hijo (lo mismo si es chico o chica) comienza a ganar un jornal, se considera a sí mismo dueño de su persona, hasta tal punto que las palabras y los consejos de sus padres dejan de causarle la menor impresión, es decir, que se debilita la autoridad de los padres y termina la obediencia.
A medida que van desapareciendo uno a uno los trabajos domésticos de la familia, todas las obligaciones de sostén y crianza de los hijos son desempeñadas por la sociedad en lugar de por los padres. Bajo el sistema capitalista, los hijos eran con demasiada frecuencia, en la familia proletaria, una carga pesada e insostenible.
El niño y el Estado comunista
En este aspecto también acudirá la Sociedad Comunista en auxilio de los padres. En la Rusia Soviética se han emprendido, merced a los Comisariados de Educación Pública y Bienestar Social, grandes adelantos. Se puede decir que en este aspecto se han hecho ya muchas cosas para facilitar la tarea de la familia de criar y mantener a los hijos.
Existen ya casas para los niños lactantes, guardería infantiles, jardines de la infancia, colonias y hogares para niños, enfermerías y sanatorios para los enfermos o delicados, restaurantes, comedores gratuitos para los discípulos en escuelas, libros de estudio gratuitos, ropas de abrigo y calzado para los niños de los establecimientos de enseñanza. ¿Todo esto no demuestra suficientemente que el niño sale ya del marco estrecho de la familia, pasando la carga de su crianza y educación de los padres a la colectividad?
Los cuidados de los padres con respecto a los hijos pueden clasificarse en tres grupos: 1º, cuidados que los niños requieren imprescindiblemente en los primeros tiempos de su vida; 2º, los cuidados que supone la crianza del niño, y 3º, los cuidados que necesita la educación del niño.
Lo que se refiere a la instrucción de los niños, en escuelas primarias, institutos y universidades, se ha convertido ya en una obligación del Estado, incluso en la sociedad capitalista.
Por otra parte, las ocupaciones de la clase trabajadora, las condiciones de vida, obligaban, incluso en la sociedad capitalista, a la creación de lugares de juego, guarderías, asilos, etc. Cuanto más conciencia tenga la clase trabajadora de sus derechos, cuanto mejor estén organizados en cualquier Estado específico, tanto más interés tendrá la sociedad en el problema de aliviar a la familia del cuidado de los hijos.
Pero la sociedad burguesa tiene medio de ir demasiado lejos en lo que respecta a considerar los intereses de la clase trabajadora, y mucho más si contribuye de este modo a la desintegración de la familia.
Los capitalistas se dan perfecta cuenta de que el viejo tipo de familia, en la que la esposa es una esclava y el hombre es responsable del sostén y bienestar de la familia, de que una familia de esta clase es la mejor arma para ahogar los esfuerzos del proletariado hacia su libertad, para debilitar el espíritu revolucionario del hombre y de la mujer proletarios. La preocupación por lo que le pueda pasar a su familia, priva al obrero de toda su firmeza, le obliga a transigir con el capital. ¿Qué no harán los padres proletarios cuando sus hijos tienen hambre?
Contrariamente a lo que sucede en la sociedad capitalista, que no ha sido capaz de transformar la educación de la juventud en una verdadera función social, en una obra del Estado, la Sociedad Comunista considerará como base real de sus leyes y costumbres, como la primera piedra del nuevo edificio, la educación social de la generación naciente.
No será la familia del pasado, mezquina y estrecha, con riñas entre los padres, con sus intereses exclusivistas para sus hijos, la que moldeará el hombre de la sociedad del mañana.
El hombre nuevo, de nuestra nueva sociedad, será moldeado por las organizaciones socialistas, jardines infantiles, residencias, guarderías de niños, etc., y muchas otras instituciones de este tipo, en las que el niño pasará la mayor parte del día y en las que educadores inteligentes le convertirán en un comunista consciente de la magnitud de esta inviolable divisa: solidaridad, camaradería, ayuda mutua y devoción a la vida colectiva.
La subsistencia de la madre asegurada
Veamos ahora, una vez que no se precisa atender a la crianza y educación de los hijos, qué es lo que quedará de las obligaciones de la familia con respecto a sus hijos, particularmente después que haya sido aliviada de la mayor parte de los cuidados materiales que llevan consigo el nacimiento de un hijo, o sea, a excepción de los cuidados que requiere el niño recién nacido cuando todavía necesita de la atención de su madre, mientras aprende a andar, agarrándose a las faldas de su madre. En esto también el Estado Comunista acude presuroso en auxilio de la madre trabajadora. Ya no existirá la madre agobiada con un chiquillo en brazos. El Estado de los Trabajadores se encargará de la obligación de asegurar la subsistencia a todas las madres, estén o no legítimamente casadas, en tanto que amamanten a su hijo; instalará por doquier casas de maternidad, organizará en todas las ciudades y en todos los pueblos guarderías e instituciones semejantes para que la mujer pueda ser útil trabajando para el Estado mientras, al mismo tiempo, cumple sus funciones de madre.
El matrimonio dejará de ser una cadena
Las madres obreras no tienen por qué alarmarse. La Sociedad Comunista no pretende separar a los hijos de los padres, ni arrancar al recién nacido del pecho de su madre. No abriga la menor intención de recurrir a la violencia para destruir la familia como tal. Nada de eso. Estas no son las aspiraciones de la Sociedad Comunista.
¿Qué es lo que presenciamos hoy? Pues que se rompen los lazos de la gastada familia. Esta, gradualmente, se va libertando de todos los trabajos domésticos que anteriormente eran otros tantos pilares que sostenían la familia como un todo social. ¿Los cuidados de la limpieza, etc., de la casa? También parece que han demostrado su inutilidad. ¿Los hijos? Los padres proletarios no pueden ya atender a su cuidado; no se pueden asegurar ni su subsistencia ni su educación.
Estas es la situación real cuyas consecuencias sufren por igual los padres y los hijos.
Por tanto, la Sociedad Comunista se acercará al hombre y a la mujer proletarios para decirles: "Sois jóvenes y os amáis". Todo el mundo tiene derecho a la felicidad. Por eso debéis vivir vuestra vida. No tengáis miedo al matrimonio, aun cuando el matrimonio no fuera más que una cadena para el hombre y la mujer de la clase trabajadora en la sociedad capitalista. Y, sobre todo, no temáis, siendo jóvenes y saludables, dar a vuestro país nuevos obreros, nuevos ciudadanos niños. La sociedad de los trabajadores necesita de nuevas fuerzas de trabajo; saluda la llegada de cada recién venido al mundo. Tampoco temáis por el futuro de vuestro hijo; vuestro hijo no conocerá el hambre, ni el frío. No será desgraciado, ni quedará abandonado a su suerte como sucedía en la sociedad capitalista. Tan pronto como el nuevo ser llegue al mundo, el Estado de la clase Trabajadora, la Sociedad Comunista, asegurará el hijo y a la madre una ración para su subsistencia y cuidados solícitos. La Patria comunista alimentará, criará y educará al niño. Pero esta patria no intentará, en modo alguno, arrancar al hijo de los padres que quieran participar en la educación de sus pequeñuelos. La Sociedad Comunista tomará a su cargo todas las obligaciones de la educación del niño, pero nunca despojará de las alegrías paternales, de las satisfacciones maternales a aquellos que sean capaces de apreciar y comprender estas alegrías. ¿Se puede, pues, llamar a esto destrucción de la familia por la violencia o separación a la fuerza de la madre y el hijo?
La familia como unión de afectos y camaradería
Hay algo que no se puede negar, y es el hecho de que ha llegado su hora al viejo tipo de familia. No tiene de ello la culpa el comunismo: es el resultado del cambio experimentado por la condiciones de vida. La familia ha dejado de ser una necesidad para el Estado como ocurría en el pasado.
Todo lo contrario, resulta algo peor que inútil, puesto que sin necesidad impide que las mujeres de la clase trabajadora puedan realizar un trabajo mucho más productivo y mucho más importante. Tampoco es ya necesaria la familia a los miembros de ella, puesto que la tarea de criar a los hijos, que antes le pertenecía por completo, pasa cada vez más a manos de la colectividad.
Sobre las ruinas de la vieja vida familiar, veremos pronto resurgir una nueva forma de familia que supondrá relaciones completamente diferentes entre el hombre y la mujer, basadas en una unión de afectos y camaradería, en una unión de dos personas iguales en la Sociedad Comunista, las dos libres, las dos independientes, las dos obreras. ¡No más "sevidumbre" doméstica para la mujer! ¡No más desigualdad en el seno mismo de la familia! ¡No más temor por parte de la mujer de quedarse sin sostén y ayuda si el marido la abandona!
La mujer, en la Sociedad Comunista, no dependerá de su marido, sino que sus robustos brazos serán los que la proporcionen el sustento. Se acabará con la incertidumbre sobre la suerte que puedan correr los hijos. El Estado comunista asumirá todas estas responsabilidades. El matrimonio quedará purificado de todos sus elementos materiales, de todos los cálculos de dinero que constituyen la repugnante mancha de la vida familiar de nuestro tiempo. El matrimonio se transformará desde ahora en adelante en la unión sublime de dos almas que se aman, que se profesen fe mutua; una unión de este tipo promete a todo obrero, a toda obrera, la más completa felicidad, el máximo de la satisfacción que les puede caber a criaturas conscientes de sí mismas y de la vida que les rodea.
Esta unión libre, fuerte en el sentimiento de camaradería en que está inspirada, en vez de la esclavitud conyugal del pasado, es lo que la sociedad comunista del mañana ofrecerá a hombres y mujeres.
Una vez se hayan transformado las condiciones de trabajo, una vez haya aumentado la seguridad material de la mujer trabajadora; una vez haya desaparecido el matrimonio tal y como lo consagraba la Iglesia -esto es, el llamado matrimonio indisoluble, que no era en el fondo más que un mero fraude-, una vez este matrimonio sea sustituido por la unión libre y honesta de hombres y mujeres que se aman y son camaradas, habrá comenzado a desaparecer otro vergonzoso azote, otra calamidad horrorosa que mancilla a la humanidad y cuyo peso recae por entero sobre el hambre de la mujer trabajadora: la prostitución.
Se acabará para siempre la prostitución
Esta vergüenza se la debemos al sistema económico hoy en vigor, a la existencia de la propiedad privada. Una vez haya desaparecido la propiedad privada, desaparecerá automáticamente el comercio de la mujer.
Por tanto, la mujer de la clase trabajadora debe dejar de preocuparse porque esté llamada a desaparecer la familia tal y conforme está constituida en la actualidad. Sería mucho mejor que saludaran con alegría la aurora de una nueva sociedad, que liberará a la mujer de la servidumbre doméstica, que aliviará la carga de la maternidad para la mujer, una sociedad en la que, finalmente, veremos desaparecer la más terrible de las maldiciones que pesan sobre la mujer: la prostitución.
La mujer, a la que invitamos a que luche por la gran causa de la liberación de los trabajadores, tiene que saber que en el nuevo Estado no habrá motivo alguno para separaciones mezquinas, como ocurre ahora.
"Estos son mis hijos. Ellos son los únicos a quienes debo toda mi atención maternal, todo mi afecto; ésos son hijos tuyos; son los hijos del vecino. No tengo nada que ver con ellos. Tengo bastante con los míos propios".
Desde ahora, la madre obrera que tenga plena conciencia de su función social, se elevará a tal extremo que llegará a no establecer diferencias entre "los tuyos y los míos"; tendrá que recordar siempre que desde ahora no habrá más que "nuestros" hijos, los del Estado Comunista, posesión común de todos los trabajadores.
La igualdad social del hombre y la mujer
El Estado de los Trabajadores tiene necesidad de una nueva forma de relación entre los sexos. El cariño estrecho y exclusivista de la madre por sus hijos tiene que ampliarse hasta dar cabida a todos los nuños de la gran familia proletaria.
En vez del matrimonio indisoluble, basado en la servidumbre de la mujer, veremos nacer la unión libre fortificada por el amor y el respeto mutuo de dos miembros del Estado Obrero, iguales en sus derechos y en sus obligaciones.
En vez de la familia de tipo individual y egoísta, se levantará una gran familia universal de trabajadores, en la cual todos los trabajadores, hombres y mujeres, serán ante todo obreros y camaradas. Estas serán las relaciones entre hombres y mujeres en la Sociedad Comunista de mañana. Estas nuevas relaciones asegurarán a la humanidad todos los goces del llamado amor libre, ennoblecido por una verdadera igualdad social entre compañeros, goces que son desconocidos en la sociedad comercial del régimen capitalista.
¡Abrid paso a la existencia de una infancia robusta y sana; abrid paso a una juventud vigorosa que ame la vida con todas sus alegrías, una juventud libre en sus sentimientos y en sus afectos!
Esta es la consigna de la Sociedad Comunista. En nombre de la igualdad, de la libertad y del amor, hacemos un llamamiento a todas las mujeres trabajadoras, a todos los hombres trabajadores, mujeres campesinas y campesinos para que resueltamente y llenos de fe se entreguen al trabajo de reconstrucción de la sociedad humana para hacerla más perfecta, más justa y más capaz de asegurar al individuo la felicidad a que tiene derecho.
La bandera roja de la revolución social que ondeará después de Rusia en otros países del mundo proclama que no está lejos el momento en el que podamos gozar del cielo en la tierra, a lo que la humanidad aspira desde hace siglos.
martes, 22 de enero de 2008
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936
Capítulo 1
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Artículo 1.— La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es un Estado socialista de obreros
y campesinos.
Artículo 2.— La base política de la URSS son los Soviets de diputados de los trabajadores,
desarrollados y fortalecidos como consecuencia del derrocamiento del poder de los
terratenientes y capitalistas y de la conquista de la dictadura del proletariado.
Artículo 3.— Todo el poder pertenece en la URSS a los trabajadores de la ciudad y del campo,
representados por los Soviets de diputados de los trabajadores.
Artículo 4.— La base económica de la URSS son el sistema socialista de economía y la
propiedad socialista de los instrumentos y medios de producción, afirmados como
resultado de la supresión del sistema capitalista de economía, de la abolición de la
propiedad privada de los instrumentos y medios de producción y de la anulación de la
explotación del hombre por el hombre.
Artículo 5.— La propiedad socialista tiene en la URSS dos formas: propiedad del Estado
(patrimonio de todo el pueblo) y propiedad cooperativo-koljosiana (propiedad de cada
koljós, propiedad de las asociaciones cooperativas).
Artículo 6.— Son propiedad del Estado, es decir, patrimonio de todo el pueblo, la tierra, el
subsuelo, las aguas, los bosques, las fábricas, las minas, el transporte ferroviario,
acuático y aéreo, los bancos, los medios de comunicación y las grandes empresas
agropecuarias organizadas por el Estado (sovjoses, estaciones de máquinas y tractores,
etc.), así como las empresas de servicios municipales y el fondo fundamental de
viviendas en las ciudades y localidades industriales.
Artículo 7.— La propiedad social, socialista, de los koljoses y de las organizaciones
cooperativas está constituida por sus empresas colectivas, sus bienes muebles, inmuebles
y semovientes, la producción que obtienen y sus edificios colectivos.
Además del ingreso fundamental de la hacienda koljosiana colectiva, cada hogar
koljosiano tiene en usufructo individual, de acuerdo con los Estatutos del Artel Agrícola, una
pequeña parcela y posee en ella en propiedad personal una hacienda auxiliar, casa de vivienda,
ganado de renta, aves de corral y pequeños aperos de labranza.
Artículo 8.— La tierra que ocupan los koljoses les queda adscrita en usufructo gratuito y por
tiempo ilimitado, es decir, a perpetuidad.
Artículo 9.— A la par con el sistema económico socialista, forma dominante de economía en
la URSS, la ley permite la pequeña hacienda privada de los campesinos y artesanos
individuales, basada en el trabajo personal y que excluye la explotación del trabajo
ajeno.
Artículo 10.— La ley protege el derecho de los ciudadanos a la propiedad personal de los
ingresos y ahorros procedentes de su trabajo, la vivienda y la hacienda doméstica
auxiliar, los objetos de uso doméstico, de consumo y de comodidad personal, así como
el derecho de herencia de la propiedad personal de los ciudadanos.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 2
Artículo 11.— La vida económica de la URSS es determinada y dirigida por el plan estatal de
economía nacional, cuyos fines son: aumentar la riqueza social, elevar continuamente
el nivel material y cultural de los trabajadoras, fortalecer la independencia de la URSS
y acrecentar su capacidad defensiva.
Artículo 12.— El trabajo es en la URSS una obligación y una causa de honor de cada
ciudadano apto para el mismo, de acuerdo con el principio de «el que no trabaja, no
come».
En la URSS se cumple el principio del socialismo: «De cada uno, según su capacidad;
a cada uno, según su trabajo».
Capítulo II
ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
Artículo 13.— La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es un Estado federal, constituido
sobre la base de la agrupación voluntaria da las siguientes Repúblicas Socialistas
Soviéticas, iguales en derechos:1
República Socialista Federativa Soviética de Rusia.
República Socialista de Ucrania.
República Socialista Soviética de Bielorrusia.
República Socialista Soviética de Uzbekia.
República Socialista Soviética de Kazajia.
República Socialista Soviética de Georgia,
República Socialista Soviética de Azerbaidzhán.
República Socialista Soviética de Lituania.
República Socialista Soviética de Moldavia.
República Socialista Soviética de Letonia.
República Socialista Soviética de Kirguizia.
República Socialista Soviética de Tadzhikia.
República Socialista Soviética de Armenia.
República Socialista Soviética de Turkmenia.
República Socialista Soviética de Estonia.
Artículo 14.— Incumbe a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, personificada por sus
órganos superiores de poder y por los órganos da la administración del Estado:
1. El texto aquí reproducido no es el original del año 1936, sino el resultado de una serie de enmiendas posteriores; no hemos
hallado el texto original de 1936. Entre las modificicaciones importantes está el hecho de que en 1936 no formaban parte de
la URSS Moldavia, Estonia, Letonia y Lituania, territorios que habían formado parte del Estado ruso hasta que éste tuvo que
renunciar a ellos por el tratado de Brest-Litovsk de 1818, recuperándolos en 1940.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 3
a) representar a la URSS en las relaciones internacionales, firmar, ratificar y denunciar los
tratados de la URSS con otros Estados, establecer las reglas generales concernientes a
las relaciones de las repúblicas federadas con otros Estados;
b) decidir en las cuestiones de la guerra y la paz;
c) admitir a nuevas repúblicas en el seno de la URSS;
d) controlar el cumplimiento de la Constitución de la URSS y asegurar la conformidad con ella
de las Constituciones de la repúblicas federadas;
e) ratificar las modificaciones de las fronteras entre las repúblicas federadas;
f) ratificar la formación de nuevas repúblicas autónomas y regiones autónomas en el seno de
las repúblicas federadas;
g) organizar la defensa de la URSS, dirigir todas las Fuerzas Armadas del país y establecer las
bases directrices para la organización de las formaciones militares de las repúblicas
federadas;
h) dirigir el comercio exterior sobre la base del monopolio del Estado;
i) proteger la seguridad del Estado;
j) establecer los planes de la economía nacional de la URSS;
k) aprobar el presupuesto general para toda la URSS y el balance de su cumplimiento y fijar
los impuestos e ingresos que forman los presupuestos de la Unión, de las repúblicas y
de carácter local;
l) dirigir los bancos, lo establecimientos y empresas industriales y agrícolas y las empresas
comerciales dependientes de los organismos de toda la Unión; ejercer la dirección
general de la industria y la construcción dependientes de los organismos de toda la
Unión y de república;
m) dirigir los transportes y los medios de comunicación de importancia para toda la Unión:
n) dirigir el sistema monetario y crediticio;
o) organizar los seguros del Estado;
p) concertar y conceder empréstitos;
q) establecer los principios básicos del usufructo de la tierra, del subsuelo, de los bosques y de
las aguas;
r) establecer los principios básicos en materia de Instrucción Pública y Sanidad;
s) organizar un sistema único de contabilidad de la economía nacional;
t) establecer las bases de la legislación laboral;
u) establecer las bases de la legislación referente a la organización de la justicia y al
procedimiento judicial, así como las bases de la legislación civil, penal y correccional
por medio del trabajo;
v) promulgar leyes sobre la ciudadanía de la URSS y los derechos de los extranjeros;
x) establecer las bases de la legislación sobre el matrimonio y la familia;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 4
y) promulgar decretos de amnistía extensivos a toda la Unión.
Artículo 15.— La soberanía de las repúblicas federadas queda limitada solamente en los
términos previstos en el artículo 14 de la Constitución de la URSS. Fuera de ellos, cada
república federada ejerce el poder de una manera independiente. La URSS protege los
derechos soberanos de las repúblicas federadas.
Artículo 16.— Cada república federada tiene su Constitución con arreglo a las peculiaridades
de la república y en plena concordancia con la Constitución de la URSS.
Artículo 17.— Cada república federada conserva el derecho de separarse libremente de la
URSS.
Artículo 18.— El territorio de las repúblicas federadas no puede ser modificado sin su
consentimiento.
a) Cada república federada tiene derecho a establecer relaciones directas con los Estados
extranjeros, concertar acuerdos con ellos e intercambiar representantes diplomáticos y
consulares.
b) Cada república federada tiene sus propias formaciones militares.
Artículo 19.— Las leyes de la URSS tienen el mismo vigor en todas las repúblicas federadas.
Artículo 20.— En caso de divergencia entre la ley de una república federada y la ley de toda
la Unión, rige esta última.
Artículo 21.— Se establece la ciudadanía única para los ciudadanos de la URSS. Todo
ciudadano de una república federada es ciudadano de la URSS.
Artículo 22.— En la República Socialista Federativa Soviética de Rusia están incluidas las
Repúblicas Socialistas Soviéticas Autónomas de Bashkiria, de Buriatia, de los Calmucos,
de Carelia, de Checheno-Ingushetia, de Chuvashia, de Daguestán, de Kabardino-
Balkaria, de los Komis, de los Maris, de Mordovia, de Osetia del Norte, de Tartaria, de
Tuva, de Udmurtia y de Yakutia, y las Regiones Autónomas de los Adigués, de los
Hebreos, de Gorno-Altái, de Jakasia y de Karacháevo-Circasia.
Artículo 23.— Suprimido.
Artículo 24.— En la República Socialista Soviética de Azerbaidzhán están incluidas la
República Socialista Soviética Autónoma de Najicheván y la Región Autónoma de
Nagorno-Karabaj.
Artículo 25.— En la República Socialista Soviética de Georgia están incluidas la República
Socialista Soviética Autónoma de Abjazia, la República Socialista Soviética Autónoma
de Adzharia y la Región Autónoma de Osetia del Sur.
Artículo 26.— En la República Socialista Soviética de Uzbekia está incluida la República
Socialista Soviética Autónoma de Kara-Kalpakia.
Artículo 27.— En la República Socialista Soviética de Tadzhikia está incluida la Región
Autónoma de Gorno-Badajshán.
Artículo 28.— La solución de los problemas concernientes a la división administrativoterritorial
de las repúblicas federadas en regiones y territorios incumbe a las repúblicas
federadas.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 5
Artículo 29.— Suprimido.
Capítulo III
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS
SOVIÉTICAS
Artículo 30.— El órgano supremo de poder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
es el Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 31.— El Soviet Supremo de la URSS ejerce todos los derechos conferidos a la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas de acuerdo con el artículo 14 de la Constitución y
que, en virtud de la misma, no sean de la competencia de los órganos de la URSS
subordinados a su Soviet Supremo: el Presidium del Soviet Supremo de la URSS, el
Consejo de Ministros de la URSS y los Ministerios de la URSS.
Artículo 32.— El poder legislativo en la URSS lo ejerce exclusivamente el Soviet Supremo de
la URSS.
Artículo 33.— El Soviet Supremo de la URSS está compuesto de dos Cámaras: el Soviet de
la Unión y el Soviet de las Nacionalidades.
Artículo 34.— El Soviet de la Unión lo eligen los ciudadanos de la URSS en circunscripciones
electorales, a razón de un diputado por cada 300.000 habitantes.
Artículo 35.— El Soviet de las Nacionalidades lo eligen los ciudadanos de la URSS en las
repúblicas federadas y autónomas, en las regiones autónomas y en las comarcas
nacionales en las siguientes proporciones: 32 diputados por cada república federada, 11
diputados por cada república autónoma, 5 diputados por cada región autónoma y un
diputado por cada comarca nacional.
Artículo 36.— El Soviet Supremo de la URSS es elegido por un plazo de cuatro años.
Artículo 37.— Las dos cámaras del Soviet Supremo de la URSS —el Soviet de la Unión y el
Soviet de las Nacionalidades— son iguales en derechos.
Artículo 38.— La iniciativa legislativa pertenece por igual al Soviet de la Unión y al Soviet
de las Nacionalidades.
Artículo 39.— Se considera aprobada una ley cuando ha sido aceptada por ambas cámaras del
Soviet Supremo de la URSS por simple mayoría de votos en cada una de ellas.
Artículo 40.— Las leyes aprobadas por el Soviet Supremo de la URSS se publican en las
lenguas de las repúblicas federadas con la firma del Presidente y del Secretario del
Presidium del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 41.— Las sesiones del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades
empiezan y terminan al mismo tiempo.
Artículo 42.— El Soviet de la Unión elige su Presidente y cuatro Vicepresidentes.
Artículo 43.— El Soviet de las Nacionalidades elige su Presidente y cuatro Vicepresidentes.
Artículo 44.— Los presidentes del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades
presiden las reuniones de las respectivas cámaras y velan por la aplicación de su
reglamento interno.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 6
Artículo 45.— Las sesiones conjuntas de las dos cámaras del Soviet Supremo de la URSS las
presiden por turno los presidentes del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades.
Artículo 46.— La reuniones del Soviet Supremo de la URSS son convocadas por su Presidium
dos veces al año.
Las reuniones extraordinarias las convoca el Presidium del Soviet Supremo de la URSS
cuando lo considera necesario o a petición de cualquier república federada.
Artículo 47.— En caso de desacuerdo entre el Soviet de la Unión y el Soviet de las
Nacionalidades, el asunto se somete a decisión de una Comisión de Conciliación,
formada por ambas cámaras sobre bases paritarias. Si la Comisión de Conciliación no
llega a un acuerdo concorde o si el acuerdo no satisface a una de las cámaras, el asunto
es examinado por segunda vez en las cámaras. En el caso de que no se logre un acuerdo
concorde de ambas cámaras, el Presidium del Soviet Supremo de la URSS disuelve el
Soviet Supremo de la URSS y convoca nuevas elecciones.
Artículo 48.— El Soviet Supremo de la URSS elige en sesión conjunta de ambas cámaras el
Presidium del Soviet Supremo de la URSS, compuesto del Presidente, quince
Vicepresidentes —uno por cada república federada—, el Secretario y otros veinte
miembros.
El Presidium del Soviet Supremo de la URSS rinde cuenta de toda su actuación ante el
Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 49.— El Presidium del Soviet Supremo de la URSS:
a) convoca las reuniones del Soviet Supremo de la URSS;
b) promulga decretos;
c) interpreta las leyes vigentes en la URSS;
d) disuelve el Soviet Supremo de la URSS, en consonancia con el artículo 47 de la Constitución
de la URSS, y convoca nuevas elecciones;
e) efectúa consultas populares (referéndums) por iniciativa propia o a petición de cualquier
república federada;
f) anula las disposiciones y decisiones del Consejo de Ministros de la URSS y de los Consejos
de Ministros de las repúblicas federadas cuando no se ajusten a la ley;
g) durante el período comprendido entre las reuniones del Soviet Supremo de la URSS releva
de sus funciones y nombra a ministros de la URSS, a propuesta del Presidente del
Consejo de Ministros de la URSS, debiendo someter luego su decisión a la aprobación
del Soviet Supremo de la URSS;
h) instituye las órdenes y medallas de la URSS y estatuye los títulos honoríficos de la URSS;
i) condecora con órdenes y medallas de la URSS y adjudica los títulos honoríficos de la URSS;
j) ejerce el derecho de gracia;
k) establece los grados militares, los rangos diplomáticos y otros títulos especiales;
l) nombra y releva a los altos mandos de las Fuerzas Armadas de la URSS;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 7
m) durante el período comprendido entre las sesiones del Soviet Supremo de la URSS declara
el estado de guerra en caso de agresión militar a la URSS o si es necesario cumplir
compromisos contractuales internacionales de defensa mutua frente a la agresión;
n) decreta la movilización total o parcial;
o) ratifica y denuncia los tratados internacionales de la URSS;
p) nombra y revoca a los representantes plenipotenciarios de la URSS en otros Estados;
q) recibe las cartas credenciales y de revocación de los representantes diplomáticos de los
Estados acreditados cerca de él;
r) declara el estado de guerra en lugares determinados o en toda la URSS en interés de la
defensa del país o para garantizar el orden público y la seguridad del Estado.
Artículo 50.— El Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades eligen Comisiones de
Actas que comprueban los poderes de los diputados de cada Cámara.
A propuesta de las Comisiones de Actas, las cámaras aprueban o anulan la validez de
la elección de los diputados.
Artículo 51.— El Soviet Supremo de la URSS designa, cuando lo estima necesario, comisiones
de investigación o revisión de cualquier asunto.
Todas las instituciones y todos los funcionarios públicos vienen obligados a satisfacer
las peticiones de estas comisiones y facilitarles los datos y documentos necesarios.
Artículo 52.— Los diputados al Soviet Supremo de la URSS no pueden ser procesados ni
detenidos sin la conformidad del Soviet Supremo de la URSS y, en el período
comprendido entre las sesiones del mismo, sin la conformidad del Presidium del Soviet
Supremo de la URSS.
Artículo 53.— Al expirar los poderes del Soviet Supremo de la URSS, o en caso de ser
disuelto antes de extinguirse su mandato, el Presidium conserva sus atribuciones hasta
la formación de otro por el Soviet Supremo de la URSS de nueva elección.
Artículo 54.— Al expirar los poderes del Soviet Supremo de la URSS, o en caso de ser
disuelto antes de extinguirse su mandato, el Presidium convoca nuevas elecciones en el
plazo máximo de dos meses a partir de la fecha de expiración de los poderes o de la
disolución del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 55.— El Soviet Supremo de la URSS de nueva elección es convocado por el
Presidium del precedente Soviet Supremo de la URSS en el plazo máximo de tres meses
después de las elecciones.
Artículo 56.— El Soviet Supremo de la URSS forma, en sesión conjunta de ambas cámaras,
el Gobierno de la URSS: el Consejo de Ministros de la URSS.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 8
Capítulo IV
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LAS REPÚBLICAS FEDERADAS
Artículo 57.— El órgano supremo de poder de la república federada es su Soviet Supremo.
Artículo 58.— El Soviet Supremo de la república federada lo eligen los ciudadanos de la
república por un plazo de cuatro años.
Las normas de representación son fijadas por las Constituciones de las repúblicas federadas.
Artículo 59.— El Soviet Supremo de la república federada es el único órgano legislativo de
la república.
Artículo 60.— El Soviet Supremo de la república federada:
a) aprueba la Constitución de la república e introduce en ella modificaciones, en consonancia
con el artículo 16 de la Constitución de la URSS;
b) ratifica las Constituciones de las repúblicas autónomas que forman parte de ella y fija las
fronteras de las mismas;
c) aprueba el plan económico y el presupuesto de la república;
d) ejerce el derecho de amnistía y de gracia respecto a los ciudadanos condenados por órganos
judiciales de la república federada;
e) determina la representación de la república federada en las relaciones internacionales;
f) determina las normas de organización de las formaciones militares de la república.
Artículo 61.— El Soviet Supremo de la república federada elige su Presidium, compuesto del
Presidente, los Vicepresidentes, el Secretario y otros miembros.
Las atribuciones del Presidium del Soviet Supremo de la república federada son
determinadas por la Constitución de ésta.
Artículo 62.— Para dirigir las reuniones, el Soviet Supremo de la república federada elige a
su Presidente y sus Vicepresidentes.
Artículo 63.— El Soviet Supremo de la república federada forma el Gobierno de la república
federada: el Consejo de Ministros de la república federada.
Capítulo V
ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO DE LA UNIÓN DE
REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS
Artículo 64.— El órgano superior del poder ejecutivo y administrativo de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas es el Consejo de Ministros de la URSS.
Artículo 65.— El Consejo de Ministros de la URSS es responsable ante el Soviet Supremo de
la URSS y le rinde cuenta de su gestión; en el período comprendido entre las reuniones del
Soviet Supremo es responsable ante el Presidium de éste y le rinde cuenta de su gestión.
Artículo 66.— El Consejo de Ministros de la URSS adopta acuerdos y disposiciones sobre la
base y en cumplimiento de las leyes vigentes y controla su ejecución.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 9
Artículo 67.— El cumplimiento de los acuerdos y disposiciones del Consejo de Ministros de
la URSS es obligatorio en todo el territorio del país.
Artículo 68.— El Consejo de Ministros de la URSS:
a) unifica y dirige la labor de los Ministerios de toda la Unión, así como de los Ministerios de
toda la Unión y de república, de los Comités Estatales del Consejo de Ministros de la
URSS y de las demás instituciones que se hallan bajo su jurisdicción;
b) adopta medidas para asegurar el cumplimiento del plan de la economía nacional y del
presupuesto del Estado y fortalecer el sistema monetario y crediticio;
c) adopta medidas para asegurar el orden público, defender los intereses del Estado y proteger
los derechos de los ciudadanos;
d) ejerce la dirección general de las relaciones con los Estados extranjeros;
e) fija los contingentes anuales de ciudadanos que deben ser llamados al servicio militar activo
y dirige la organización general de las Fuerzas Armadas del país;
f) forma Comités Estatales de la URSS y, en caso de necesidad, Comités Especiales y
Direcciones Generales adjuntos al Consejo de Ministros de la URSS para los asuntos
concernientes a la labor económica, cultural y de defensa.
Artículo 69.— El Consejo de Ministros de la URSS está facultado, en las ramas de la
administración y de la economía que incumben a la URSS, para dejar en suspenso los
acuerdos y disposiciones de los Consejos de Ministros de las repúblicas federadas y
anular las órdenes e instrucciones de los Ministros de la URSS, así como los actos de
otras instituciones dependientes de él.
Artículo 70.— El Consejo de Ministros de la URSS lo forma el Soviet Supremo de la URSS
y se compone de:
Presidente del Consejo de Ministros de la URSS;
Primeros Vicepresidentes del Consejo de Ministros de la URSS;
Vicepresidentes del Consejo de Ministros de la URSS;
Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Planificación, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de la Construcción, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Abastecimiento de Materiales y Maquinaria, del Consejo de
Ministros de la URSS;
Presidente del Comité de Control Popular de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Salarios, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Ciencia y Técnica, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Precios, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Estandardización, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Enseñanza Profesional y Técnica, del Consejo de Ministros
de la URSS;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 10
Presidente del Comité Estatal de Televisión y Radiodifusión, del Consejo de Ministros de la
URSS;
Presidente del Comité Estatal de Silvicultura, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Relaciones Económicas Exteriores, del Consejo de Ministros
de la URSS;
Presidente del Comité de Seguridad del Estado, adjunto al Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente de la Sociedad de toda la Unión para la venta de maquinaria agrícola a los koljoses
y sovjoses, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente de la Dirección del Banco del Estado de la URSS;
Jefe de la Dirección Central de Estadística, adjunta al Consejo de Ministros de la URSS.
Forman parte del Consejo de Ministros de la URSS, en virtud de su propio cargo, los
Presidentes de los Consejos de Ministros de las repúblicas federadas.
Artículo 71.— El Gobierno de la URSS o cualquier Ministro de la URSS, al ser interpelados
por un diputado al Soviet Supremo de la URSS, están obligados a contestarle de palabra
o por escrito, en el plazo máximo de tres días, en la Cámara correspondiente.
Artículo 72.— Los Ministros de la URSS dirigen las ramas de la administración del Estado que
incumben a la URSS.
Artículo 73.— Los Ministros de la URSS dictan, dentro de la competencia de los Ministerios
correspondientes, órdenes e instrucciones sobre la base y en cumplimiento de las leyes
en vigor, así como de las disposiciones y órdenes del Consejo de Ministros de la URSS,
y controlan su ejecución.
Artículo 74.— Los Ministerios de la URSS pueden ser de toda la Unión o bien de toda la
Unión y de república.
Artículo 75.— Los Ministerios de toda la Unión dirigen en todo el territorio del país,
directamente o a través de los órganos designados por ellos, la rama de la administración
del Estado que les está encomendada.
Artículo 76.— Los Ministerios de toda la Unión y de república dirigen la rama de la
administración del Estado que les está encomendada a través, por lo general, de los
ministerios homónimos de las repúblicas federadas y sólo administran directamente un
número determinado y limitado de empresas, de conformidad con una relación aprobada
por el Presidium del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 77.— Son Ministerios de toda la Unión los de:
Industria Aeronáutica;
Industria Automovilística;
Comercio Exterior;
Industria del Gas;
Aviación Civil;
Construcción de Maquinaria;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 11
Maquinaria para las Industrias Ligera y Alimentaria y Aparatos de Uso Doméstico;
Industria de Equipos e Instrumental Médicos;
Flota Marítima;
Industria Petrolera;
Industria de Defensa;
Maquinaria General;
Aparatos de Precisión, Medios de Automatización y Sistemas de Dirección;
Vías de Comunicación;
Industria Radiotécnica;
Maquinaria Media;
Máquinas-Herramienta e Instrumental;
Maquinaria para la Construcción en General, de Carreteras y de Servicios Municipales;
Industria de Construcciones Navales;
Tractores y Maquinaria Agrícola;
Construcciones para el Transporte;
Maquinaria Pesada, Energética y de Transporte;
Maquinaria para las Industrias Química y Petrolera;
Industria Química;
Industria Electrónica;
Industria Celuloso-Papelera;
Industria Electrotécnica.
Artículo 78.— Son Ministerios de toda la Unión y de República los de:
Interior;
Enseñanza Superior y Media Especializada;
Geología;
Acopios;
Sanidad;
Negocios Extranjeros;
Cultura;
Industria Ligera;
Industria Forestal y Maderera;
Mejoramiento de los Terrenos y Aprovechamiento de Aguas;
Montaje y Trabajos Especiales de la Construcción;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 12
Industria de la Carne y de Productos Lácteos;
Industria de Destilación del Petróleo y Petroquímica;
Defensa;
Industria Alimentaria;
Construcción de Empresas Industriales;
Industria de Materiales de Construcción;
Instrucción Pública;
Industria Pesquera;
Comunicaciones;
Construcción Rural, Agricultura;
Construcción;
Construcción de Empresas de la Industria Pesada;
Comercio;
Industria Hullera;
Hacienda;
Metalurgia no Ferrosa;
Siderurgia;
Industria Energética y Electrificación;
Justicia.
Capítulo VI
ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO DE LAS REPÚBLICAS
FEDERADAS
Artículo 79.— El órgano superior de poder ejecutivo y administrativo de la república federada
es el Consejo de Ministros de la república.
Artículo 80.— El Consejo de Ministros de la república federada es responsable ante el Soviet
Supremo de la república federada y le rinde cuenta de su gestión; en el período
comprendido entre las reuniones del Soviet Supremo de la república federada es
responsable ante el Presidium de éste y le rinde cuenta de su gestión.
Artículo 81.— El Consejo de Ministros de la república federada adopta acuerdos y disposiciones
sobre la base y en cumplimiento de las leyes vigentes de la URSS y de la república
federada, así como de las disposiciones y órdenes del Consejo de Ministros de la URSS,
y controla su ejecución.
Artículo 82.— El Consejo de Ministros de la república federada está facultado para dejar en
suspenso los acuerdos y disposiciones de los Consejos de Ministros de las repúblicas
autónomas y anular las decisiones y disposiciones de los Comités Ejecutivos de los
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 13
Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios, regiones y regiones
autónomas.
Artículo 83.— El Consejo de Ministros de la república federada lo forma el Soviet Supremo
de la república federada y se compone de:
Presidente del Consejo de Ministros de la república federada;
Vicepresidentes del Consejo de Ministros;
Ministros;
Presidentes de los Comités Estatales y de las comisiones y dirigentes de otros
departamentos del Consejo de Ministros, instituidos por el Soviet Supremo de la república
federada de conformidad con la Constitución de ésta.
Artículo 84.— Los Ministros de la república federada dirigen las ramas de la administración
del Estado que incumben a la república federada.
Artículo 85.— Los Ministros de la república federada dictan, dentro de la competencia de los
ministerios correspondientes, órdenes e instrucciones sobre la base y en cumplimiento
de las leyes de la URSS y de la república federada, así como de los acuerdos y
disposiciones del Consejo de Ministros de la URSS y del de la república federada y de
las órdenes e instrucciones de los Ministerios de toda la Unión y de república de la
URSS.
Artículo 86.— Los Ministerios de la república federada pueden ser de toda la Unión y de
república o sólo de república.
Artículo 87.— Los Ministerios de toda la Unión y de república dirigen la rama de la
administración del Estado que les está encomendada, subordinándose tanto al Consejo
de Ministros de la república federada como al correspondiente Ministerio de toda la
Unión y de república de la URSS.
Artículo 88.— Los Ministerios de república dirigen la rama de la administración del Estado
que les está encomendada, subordinándose directamente al Consejo de Ministros de la
república federada.
Capítulo VII
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LAS REPÚBLICAS SOCIALISTAS
SOVIÉTICAS AUTÓNOMAS
Artículo 89.— El órgano supremo de poder de la república autónoma es el Soviet Supremo de
la República Socialista Soviética Autónoma.
Artículo 90.— El Soviet Supremo de la república autónoma lo eligen los ciudadanos de la
república por un plazo de cuatro años, de acuerdo con las normas de representación
fijadas por la Constitución de la república autónoma.
Artículo 91.— El Soviet Supremo de la república autónoma es el único órgano legislativo de
ésta.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 14
Artículo 92.— Cada república autónoma tiene su Constitución, con arreglo a las peculiaridades
de la república autónoma y en plena concordancia con la Constitución de la república
federada.
Artículo 93.— El Soviet Supremo de la república autónoma elige su Presidium y forma el
Consejo de Ministros de la república autónoma, de conformidad con su Constitución.
Capítulo VIII
ÓRGANOS LOCALES DE PODER
Artículo 94.— Los órganos locales de poder en los territorios, regiones, regiones autónomas,
comarcas, distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas, aldeas, caseríos, kishlaks,
aúles) son los Soviets de diputados de los trabajadores.
Artículo 95.— Los Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios, regiones,
regiones autónomas, comarcas, distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas, aldeas,
caseríos, kishlaks, aúles), cuyo mandato es de dos años, son elegidos por los trabajadores
del respectivo territorio, región, región autónoma, comarca, ciudad o localidad rural.
Artículo 96.— Las normas de representación para los Soviets de diputados de los trabajadores
son fijadas por las Constituciones de las repúblicas federadas.
Artículo 97.— Los Soviets de diputados de los trabajadores dirigen la labor de los órganos
administrativos que dependen de ellos, aseguran el orden público, el cumplimiento de
las leyes y la protección de los derechos de los ciudadanos, dirigen la actividad
económica y cultural local y determinan el presupuesto local.
Artículo 98.— Los Soviets de diputados de los trabajadores adoptan acuerdos y dictan
disposiciones en los límites de las facultades que les confieren las leyes de la URSS y
de la república federada.
Artículo 99.— Los órganos ejecutivos y administrativos de los Soviets de diputados de los
trabajadores de los territorios, regiones, regiones autónomas, comarcas, distritos,
ciudades y localidades rurales son los Comités Ejecutivos, elegidos por los Soviets y
compuestos del Presidente, los Vicepresidentes, el Secretario y los vocales.
Artículo 100.—En los pequeños núcleos de población, los órganos ejecutivos y administrativos
de los Soviets de diputados de los trabajadores los integran, de acuerdo con las
Constituciones de las repúblicas federadas, el Presidente, el Vicepresidente y el
Secretario elegidos por dichos Soviets.
Artículo 101.— Los órganos ejecutivos de los Soviets de diputados de los trabajadores rinden
cuenta directamente de su gestión tanto al Soviet de diputados de los trabajadores que
los ha elegido como al órgano ejecutivo del Soviet de diputados de los trabajadores
inmediatamente superior.
Capítulo IX
TRIBUNALES Y PROCURATURA
Artículo 102.— La Justicia es administrada en la URSS por el Tribunal Supremo de la URSS,
los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas, los tribunales de los territorios y
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 15
regiones, de las repúblicas autónomas, regiones autónomas y comarcas, los tribunales
especiales de la URSS, instituidos por acuerdo del Soviet Supremo de la URSS, y los
tribunales populares.
Artículo 103.— Las causas se ven en todos los tribunales con participación de jurados
populares, salvo en los casos previstos especialmente por la ley.
Artículo 104.— El máximo órgano judicial es el Tribunal Supremo de la URSS. Está
encargado de vigilar la actuación de los órganos de justicia de la URSS y de las
repúblicas federadas, en los límites establecidos por la ley.
Artículo 105.— El Tribunal Supremo de la URSS lo elige el Soviet Supremo de la URSS por
un plazo de cinco años.
Forman parte del Tribunal Supremo de la URSS, en virtud de su propio cargo, los
Presidentes de los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas.
Artículo 106.— Los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas los eligen los Soviets
Supremos de las mismas por un plazo de cinco años.
Artículo 107.— Los Tribunales Supremos de las repúblicas autónomas los eligen los Soviets
Supremos de las mismas por un plazo de cinco años.
Artículo 108.— Los tribunales de los territorios y regiones, de las regiones autónomas y de las
comarcas los eligen los Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios,
regiones o comarcas, o bien los Soviets de diputados de los trabajadores de las regiones
autónomas, por un plazo de cinco años.
Artículo 109.—Los jueces populares de los tribunales populares distritales (urbanos) los eligen
los ciudadanos de cada distrito (ciudad), por un plazo de cinco años, mediante sufragio
universal, igual, directo y secreto.
Los jurados populares de los tribunales populares distritales (urbanos) los eligen, por un
plazo de dos años, los obreros, empleados y campesinos, en asambleas generales, celebradas
en los lugares de trabajo o de vivienda, y los militares, en las unidades militares.
Artículo 110.— La Justicia se administra en la lengua de la república federada o
autónoma o de la región autónoma, asegurando a quienes no hablen dicha lengua el
conocimiento pleno de los documentos de la causa por medio de un intérprete, así como el
derecho de usar de la palabra ante el tribunal en su lengua materna.
Artículo 111.— La vista de las causas en todos los tribunales de la URSS es pública, siempre
que la ley no disponga lo contrario, garantizándose al acusado el derecho de defensa.
Artículo 112.— Los jueces son independientes y sólo se subordinan a la ley.
Artículo 113.— La vigilancia máxima del cumplimiento exacto de las leyes por todos los
Ministerios e instituciones dependientes de ellos, así como por los funcionarios públicos
y los ciudadanos de la URSS, incumbe al Fiscal General de la URSS.
Artículo 114.— El Fiscal General de la URSS lo designa el Soviet Supremo de la URSS por
un plazo de siete años.
Artículo 115.— Los fiscales de las repúblicas, de los territorios y de las regiones, así como los
de las repúblicas autónomas y regiones autónomas, los designa el Fiscal General de la
URSS por un plazo de cinco años.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 16
Artículo 116.— Los fiscales de las comarcas, de los distritos y de las ciudades los designan
los fiscales de las repúblicas federadas por un plazo de cinco años, debiendo ser
ratificados por el Fiscal General de la URSS.
Artículo 117.— Los órganos de la Procuratura son independientes de todo órgano local en el
ejercicio de sus funciones, subordinándose únicamente al Fiscal General de la URSS.
Capítulo X
DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES DE LOS CIUDADANOS
Artículo 118.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al trabajo, es decir, a obtener un
trabajo garantizado y remunerado según su cantidad y calidad. Garantizan el derecho a
trabajo la organización socialista de la economía nacional, el crecimiento constante de
las fuerzas productivas de la sociedad soviética, la eliminación de la posibilidad de crisis
económicas y la supresión del paro forzoso.
Artículo 119.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso.
Garantizan el derecho al descanso la jornada laboral de siete horas para los obreros y empleados
y su reducción a seis horas para las profesiones cuyas condiciones de trabajo son difíciles, y
a cuatro horas en las secciones en que dichas condiciones son especialmente difíciles; las
vacaciones anuales pagadas para los obreros y empleados, y la existencia de una extensa red
de sanatorios, casas de descanso y clubs, puestos a disposición de los trabajadores.
Artículo 120.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la asistencia económica en la
vejez, así como en caso de enfermedad y de pérdida de la capacidad de trabajo.
Garantizan este derecho el amplio desarrollo de los seguros sociales de los obreros y
empleados a cargo del Estado, la asistencia médica gratuita a los trabajadores y la existencia
de una extensa red de balnearios puestos a disposición de los trabajadores.
Artículo 121.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la instrucción.
Garantizan este derecho la enseñanza general y obligatoria de ocho grados, la gran
amplitud de la enseñanza media politécnica general, de la enseñanza profesional y técnica, y
de la enseñanza media especializada y superior, basadas en la vinculación del estudio con la
vida, con la producción; el fomento máximo de la enseñanza nocturna y por libre, la gratuidad
de toda clase de enseñanza y el sistema de becas del Estado; la enseñanza en las escuelas en
¡a lengua materna, y la organización en las fábricas, sovjoses y koljoses de la enseñanza
gratuita fabril, técnica y agronómica para los trabajadores.
Artículo 122.— La mujer tiene en la URSS iguales derechos que el hombre en todos los
dominios de la vida económica, pública, cultural, social y política.
Garantizan el ejercicio de estos derechos la concesión a la mujer de los mismos derechos
que al hombre en materia de trabajo, salario, descanso, seguros sociales e instrucción; la
protección de los derechos de la madre y del niño por el Estado; la ayuda del Estado a las
madres de prole numerosa y a las madres solas; la concesión a la mujer de vacaciones pagadas
en caso de embarazo, y una extensa red de casas de maternidad, casas-cuna y jardines de la
infancia.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 17
Artículo 123.— Es ley inviolable la igualdad de derechos de los ciudadanos de la URSS, sin
distinción de nacionalidad ni de raza, en todos los dominios de la vida económica,
pública, cultural, social y política.
La ley castiga toda restricción directa o indirecta de los derechos, o, inversamente, el
establecimiento de privilegios directos o indirectos de los ciudadanos por razón de la raza y la
nacionalidad a que pertenezcan, lo mismo que toda prédica de exclusivismo racial o nacional,
o de odio y desdén racial o nacional.
Artículo 124.— A fin de garantizar a los ciudadanos la libertad de conciencia, la Iglesia en la
URSS está separada del Estado, y la escuela, de la Iglesia. Se reconoce a todos los
ciudadanos la libertad de culto y la libertad de propaganda antirreligiosa.
Artículo 125.— De conformidad con los intereses de los trabajadores y a fin de consolidar el
régimen socialista, la ley garantiza a los ciudadanos de la URSS:
a) la libertad de palabra;
b) la libertad de imprenta;
c) la libertad de reunión y de mítines;
d) la libertad de desfiles y manifestaciones en las calles.
Garantizan estos derechos de los ciudadanos el que los trabajadores y sus organizaciones
disponen de las imprentas, existencias de papel, edificios públicos, calles, medios de
comunicación y otras condiciones materiales necesarias para su ejercicio.
Artículo 126.— De conformidad con los intereses de los trabajadores y a fin de fomentar la
iniciativa de organización y la actividad política de las masas populares, se garantiza a
los ciudadanos de la URSS el derecho de agruparse en organizaciones sociales:
sindicatos, asociaciones cooperativas, organizaciones juveniles, deportivas y de defensa,
sociedades culturales, técnicas y científicas. Los ciudadanos más activos y más
conscientes que forman parte de la clase obrera, de los campesinos trabajadores y de los
intelectuales trabajadores se agrupan voluntariamente en el Partido Comunista de la
Unión Soviética, destacamento de vanguardia de los trabajadores en su lucha por edificar
la sociedad comunista y núcleo dirigente de todas las organizaciones de los trabajadores,
tanto sociales como del Estado.
Artículo 127.— Los ciudadanos de la URSS tienen garantizada la inviolabilidad personal.
Nadie puede ser detenido sino por decisión del tribunal o con sanción del fiscal.
Artículo 128.— La ley protege la inviolabilidad del domicilio de los ciudadanos y el secreto
de la correspondencia.
Artículo 129.— La URSS concede el derecho de asilo a los ciudadanos extranjeros perseguidos
por defender los intereses de los trabajadores, por sus actividades científicas o por su
lucha de liberación nacional.
Artículo 130.— Todo ciudadano de la URSS tiene el deber de observar la Constitución de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cumplir las leyes, acatar la disciplina de
trabajo, cumplir honradamente con sus obligaciones sociales y respetar las reglas de
convivencia socialista.
Artículo 131.— Todo ciudadano de la URSS tiene el deber de cuidar y fortalecer la propiedad
social, socialista, como base sagrada e inviolable del régimen soviético, como origen de
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 18
la riqueza y del poderío de la patria, como fuente de una vida acomodada y culta para
todos los trabajadores.
Los individuos que atentan contra la propiedad social, socialista, son enemigos del
pueblo.
Artículo 132.— El servicio militar general obligatorio es una ley.
El servicio militar en las Fuerzas Armadas de la URSS es un deber de honor de los
ciudadanos de la URSS.
Artículo 133.— La defensa de la patria es un deber sagrado de todo ciudadano de la URSS.
La traición a la patria —la violación del juramento, la deserción al campo enemigo, el
detrimento del poderío militar del Estado y el espionaje— es castigada con todo el rigor
de la ley como el más grave de los crímenes.
Capítulo XI
SISTEMA ELECTORAL
Artículo 134.— Todos los Soviets de diputados de los trabajadores —el Soviet Supremo de la
URSS, los Soviets Supremos de las repúblicas federadas, los Soviets de territorio y de
región, los Soviets Supremos de las repúblicas autónomas, los Soviets de las regiones
autónomas y de las comarcas, de los distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas,
aldeas, caseríos, kishlaks y aúles)— son elegidos por sufragio universal, igual, directo y
secreto.
Artículo 135.— Las elecciones de diputados se hacen por sufragio universal: tienen derecho
a participar en ellas todos los ciudadanos de la URSS que hayan alcanzado la edad de
18 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezcan, de su sexo,
religión, grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y
actividades en el pasado, con excepción de los alienados, reconocidos como tales de
acuerdo con la ley.
Puede ser elegido diputado al Soviet Supremo de la URSS todo ciudadano de la URSS
que haya cumplido 23 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezca,
de su sexo, religión, grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y
actividades en el pasado.
Artículo 136.— Las elecciones de diputados se hacen por sufragio igual: cada ciudadano tiene
un solo voto; todos los ciudadanos participan en las elecciones sobre bases iguales.
Artículo 137.— Las mujeres gozan del mismo derecho que los hombres de elegir y ser
elegidas.
Artículo 138.— Los ciudadanos incorporados a las Fuerzas Armadas de la URSS gozan del
derecho de elegir y ser elegidos igual que los demás ciudadanos.
Artículo 139.— Las elecciones de diputados son directas: todos los Soviets de diputados de los
trabajadores, desde los Soviets de las localidades rurales y urbanas hasta el Soviet
Supremo de la URSS, son elegidos por los ciudadanos de forma inmediata, por sufragio
directo.
Artículo 140.— La votación en las elecciones de diputados es secreta.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 19
Artículo 141.—En las elecciones, los candidatos se presentan por circunscripciones electorales.
Tienen derecho a presentar candidatos las organizaciones sociales y las asociaciones de
los trabajadores: las organizaciones del Partido Comunista, los sindicatos, las cooperativas, las
organizaciones juveniles y las sociedades culturales.
Artículo 142.— Todo diputado está obligado a rendir cuenta a los electores de su labor y de
la del Soviet de diputados de los trabajadores, y puede ser revocado en todo momento,
por decisión de la mayoría de los electores, de acuerdo con el procedimiento previsto
por la ley.
Capítulo XII
ESCUDO, BANDERA Y CAPITAL
Artículo 143.— El escudo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas consta de la hoz
y el martillo sobre el globo terráqueo, iluminado por los rayos del sol y orlado de
espigas, con la siguiente inscripción en las lenguas de las repúblicas federadas:
«¡Proletarios de todos los países, uníos!» En lo alto del escudo figura una estrella de
cinco puntas.
Artículo 144.—La bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas la forma un lienzo
rojo, que ostenta en el ángulo superior, cerca del asta, una hoz y un martillo dorados y,
sobre ellos, una estrella roja de cinco puntas bordeada de un cerco dorado. La relación
de la anchura y la longitud es de 1:2.
Artículo 145.— La capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es la ciudad de
Moscú.
Capítulo XIII
PROCEDIMIENTO PARA MODIFICAR LA CONSTITUCIÓN
Artículo 146.— La Constitución de la URSS sólo puede ser modificada mediante decisión del
Soviet Supremo de la URSS, adoptada por una mayoría no inferior a dos tercios de los
votos en cada una de sus Cámaras.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Artículo 1.— La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es un Estado socialista de obreros
y campesinos.
Artículo 2.— La base política de la URSS son los Soviets de diputados de los trabajadores,
desarrollados y fortalecidos como consecuencia del derrocamiento del poder de los
terratenientes y capitalistas y de la conquista de la dictadura del proletariado.
Artículo 3.— Todo el poder pertenece en la URSS a los trabajadores de la ciudad y del campo,
representados por los Soviets de diputados de los trabajadores.
Artículo 4.— La base económica de la URSS son el sistema socialista de economía y la
propiedad socialista de los instrumentos y medios de producción, afirmados como
resultado de la supresión del sistema capitalista de economía, de la abolición de la
propiedad privada de los instrumentos y medios de producción y de la anulación de la
explotación del hombre por el hombre.
Artículo 5.— La propiedad socialista tiene en la URSS dos formas: propiedad del Estado
(patrimonio de todo el pueblo) y propiedad cooperativo-koljosiana (propiedad de cada
koljós, propiedad de las asociaciones cooperativas).
Artículo 6.— Son propiedad del Estado, es decir, patrimonio de todo el pueblo, la tierra, el
subsuelo, las aguas, los bosques, las fábricas, las minas, el transporte ferroviario,
acuático y aéreo, los bancos, los medios de comunicación y las grandes empresas
agropecuarias organizadas por el Estado (sovjoses, estaciones de máquinas y tractores,
etc.), así como las empresas de servicios municipales y el fondo fundamental de
viviendas en las ciudades y localidades industriales.
Artículo 7.— La propiedad social, socialista, de los koljoses y de las organizaciones
cooperativas está constituida por sus empresas colectivas, sus bienes muebles, inmuebles
y semovientes, la producción que obtienen y sus edificios colectivos.
Además del ingreso fundamental de la hacienda koljosiana colectiva, cada hogar
koljosiano tiene en usufructo individual, de acuerdo con los Estatutos del Artel Agrícola, una
pequeña parcela y posee en ella en propiedad personal una hacienda auxiliar, casa de vivienda,
ganado de renta, aves de corral y pequeños aperos de labranza.
Artículo 8.— La tierra que ocupan los koljoses les queda adscrita en usufructo gratuito y por
tiempo ilimitado, es decir, a perpetuidad.
Artículo 9.— A la par con el sistema económico socialista, forma dominante de economía en
la URSS, la ley permite la pequeña hacienda privada de los campesinos y artesanos
individuales, basada en el trabajo personal y que excluye la explotación del trabajo
ajeno.
Artículo 10.— La ley protege el derecho de los ciudadanos a la propiedad personal de los
ingresos y ahorros procedentes de su trabajo, la vivienda y la hacienda doméstica
auxiliar, los objetos de uso doméstico, de consumo y de comodidad personal, así como
el derecho de herencia de la propiedad personal de los ciudadanos.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 2
Artículo 11.— La vida económica de la URSS es determinada y dirigida por el plan estatal de
economía nacional, cuyos fines son: aumentar la riqueza social, elevar continuamente
el nivel material y cultural de los trabajadoras, fortalecer la independencia de la URSS
y acrecentar su capacidad defensiva.
Artículo 12.— El trabajo es en la URSS una obligación y una causa de honor de cada
ciudadano apto para el mismo, de acuerdo con el principio de «el que no trabaja, no
come».
En la URSS se cumple el principio del socialismo: «De cada uno, según su capacidad;
a cada uno, según su trabajo».
Capítulo II
ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
Artículo 13.— La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es un Estado federal, constituido
sobre la base de la agrupación voluntaria da las siguientes Repúblicas Socialistas
Soviéticas, iguales en derechos:1
República Socialista Federativa Soviética de Rusia.
República Socialista de Ucrania.
República Socialista Soviética de Bielorrusia.
República Socialista Soviética de Uzbekia.
República Socialista Soviética de Kazajia.
República Socialista Soviética de Georgia,
República Socialista Soviética de Azerbaidzhán.
República Socialista Soviética de Lituania.
República Socialista Soviética de Moldavia.
República Socialista Soviética de Letonia.
República Socialista Soviética de Kirguizia.
República Socialista Soviética de Tadzhikia.
República Socialista Soviética de Armenia.
República Socialista Soviética de Turkmenia.
República Socialista Soviética de Estonia.
Artículo 14.— Incumbe a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, personificada por sus
órganos superiores de poder y por los órganos da la administración del Estado:
1. El texto aquí reproducido no es el original del año 1936, sino el resultado de una serie de enmiendas posteriores; no hemos
hallado el texto original de 1936. Entre las modificicaciones importantes está el hecho de que en 1936 no formaban parte de
la URSS Moldavia, Estonia, Letonia y Lituania, territorios que habían formado parte del Estado ruso hasta que éste tuvo que
renunciar a ellos por el tratado de Brest-Litovsk de 1818, recuperándolos en 1940.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 3
a) representar a la URSS en las relaciones internacionales, firmar, ratificar y denunciar los
tratados de la URSS con otros Estados, establecer las reglas generales concernientes a
las relaciones de las repúblicas federadas con otros Estados;
b) decidir en las cuestiones de la guerra y la paz;
c) admitir a nuevas repúblicas en el seno de la URSS;
d) controlar el cumplimiento de la Constitución de la URSS y asegurar la conformidad con ella
de las Constituciones de la repúblicas federadas;
e) ratificar las modificaciones de las fronteras entre las repúblicas federadas;
f) ratificar la formación de nuevas repúblicas autónomas y regiones autónomas en el seno de
las repúblicas federadas;
g) organizar la defensa de la URSS, dirigir todas las Fuerzas Armadas del país y establecer las
bases directrices para la organización de las formaciones militares de las repúblicas
federadas;
h) dirigir el comercio exterior sobre la base del monopolio del Estado;
i) proteger la seguridad del Estado;
j) establecer los planes de la economía nacional de la URSS;
k) aprobar el presupuesto general para toda la URSS y el balance de su cumplimiento y fijar
los impuestos e ingresos que forman los presupuestos de la Unión, de las repúblicas y
de carácter local;
l) dirigir los bancos, lo establecimientos y empresas industriales y agrícolas y las empresas
comerciales dependientes de los organismos de toda la Unión; ejercer la dirección
general de la industria y la construcción dependientes de los organismos de toda la
Unión y de república;
m) dirigir los transportes y los medios de comunicación de importancia para toda la Unión:
n) dirigir el sistema monetario y crediticio;
o) organizar los seguros del Estado;
p) concertar y conceder empréstitos;
q) establecer los principios básicos del usufructo de la tierra, del subsuelo, de los bosques y de
las aguas;
r) establecer los principios básicos en materia de Instrucción Pública y Sanidad;
s) organizar un sistema único de contabilidad de la economía nacional;
t) establecer las bases de la legislación laboral;
u) establecer las bases de la legislación referente a la organización de la justicia y al
procedimiento judicial, así como las bases de la legislación civil, penal y correccional
por medio del trabajo;
v) promulgar leyes sobre la ciudadanía de la URSS y los derechos de los extranjeros;
x) establecer las bases de la legislación sobre el matrimonio y la familia;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 4
y) promulgar decretos de amnistía extensivos a toda la Unión.
Artículo 15.— La soberanía de las repúblicas federadas queda limitada solamente en los
términos previstos en el artículo 14 de la Constitución de la URSS. Fuera de ellos, cada
república federada ejerce el poder de una manera independiente. La URSS protege los
derechos soberanos de las repúblicas federadas.
Artículo 16.— Cada república federada tiene su Constitución con arreglo a las peculiaridades
de la república y en plena concordancia con la Constitución de la URSS.
Artículo 17.— Cada república federada conserva el derecho de separarse libremente de la
URSS.
Artículo 18.— El territorio de las repúblicas federadas no puede ser modificado sin su
consentimiento.
a) Cada república federada tiene derecho a establecer relaciones directas con los Estados
extranjeros, concertar acuerdos con ellos e intercambiar representantes diplomáticos y
consulares.
b) Cada república federada tiene sus propias formaciones militares.
Artículo 19.— Las leyes de la URSS tienen el mismo vigor en todas las repúblicas federadas.
Artículo 20.— En caso de divergencia entre la ley de una república federada y la ley de toda
la Unión, rige esta última.
Artículo 21.— Se establece la ciudadanía única para los ciudadanos de la URSS. Todo
ciudadano de una república federada es ciudadano de la URSS.
Artículo 22.— En la República Socialista Federativa Soviética de Rusia están incluidas las
Repúblicas Socialistas Soviéticas Autónomas de Bashkiria, de Buriatia, de los Calmucos,
de Carelia, de Checheno-Ingushetia, de Chuvashia, de Daguestán, de Kabardino-
Balkaria, de los Komis, de los Maris, de Mordovia, de Osetia del Norte, de Tartaria, de
Tuva, de Udmurtia y de Yakutia, y las Regiones Autónomas de los Adigués, de los
Hebreos, de Gorno-Altái, de Jakasia y de Karacháevo-Circasia.
Artículo 23.— Suprimido.
Artículo 24.— En la República Socialista Soviética de Azerbaidzhán están incluidas la
República Socialista Soviética Autónoma de Najicheván y la Región Autónoma de
Nagorno-Karabaj.
Artículo 25.— En la República Socialista Soviética de Georgia están incluidas la República
Socialista Soviética Autónoma de Abjazia, la República Socialista Soviética Autónoma
de Adzharia y la Región Autónoma de Osetia del Sur.
Artículo 26.— En la República Socialista Soviética de Uzbekia está incluida la República
Socialista Soviética Autónoma de Kara-Kalpakia.
Artículo 27.— En la República Socialista Soviética de Tadzhikia está incluida la Región
Autónoma de Gorno-Badajshán.
Artículo 28.— La solución de los problemas concernientes a la división administrativoterritorial
de las repúblicas federadas en regiones y territorios incumbe a las repúblicas
federadas.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 5
Artículo 29.— Suprimido.
Capítulo III
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LA UNIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS
SOVIÉTICAS
Artículo 30.— El órgano supremo de poder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
es el Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 31.— El Soviet Supremo de la URSS ejerce todos los derechos conferidos a la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas de acuerdo con el artículo 14 de la Constitución y
que, en virtud de la misma, no sean de la competencia de los órganos de la URSS
subordinados a su Soviet Supremo: el Presidium del Soviet Supremo de la URSS, el
Consejo de Ministros de la URSS y los Ministerios de la URSS.
Artículo 32.— El poder legislativo en la URSS lo ejerce exclusivamente el Soviet Supremo de
la URSS.
Artículo 33.— El Soviet Supremo de la URSS está compuesto de dos Cámaras: el Soviet de
la Unión y el Soviet de las Nacionalidades.
Artículo 34.— El Soviet de la Unión lo eligen los ciudadanos de la URSS en circunscripciones
electorales, a razón de un diputado por cada 300.000 habitantes.
Artículo 35.— El Soviet de las Nacionalidades lo eligen los ciudadanos de la URSS en las
repúblicas federadas y autónomas, en las regiones autónomas y en las comarcas
nacionales en las siguientes proporciones: 32 diputados por cada república federada, 11
diputados por cada república autónoma, 5 diputados por cada región autónoma y un
diputado por cada comarca nacional.
Artículo 36.— El Soviet Supremo de la URSS es elegido por un plazo de cuatro años.
Artículo 37.— Las dos cámaras del Soviet Supremo de la URSS —el Soviet de la Unión y el
Soviet de las Nacionalidades— son iguales en derechos.
Artículo 38.— La iniciativa legislativa pertenece por igual al Soviet de la Unión y al Soviet
de las Nacionalidades.
Artículo 39.— Se considera aprobada una ley cuando ha sido aceptada por ambas cámaras del
Soviet Supremo de la URSS por simple mayoría de votos en cada una de ellas.
Artículo 40.— Las leyes aprobadas por el Soviet Supremo de la URSS se publican en las
lenguas de las repúblicas federadas con la firma del Presidente y del Secretario del
Presidium del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 41.— Las sesiones del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades
empiezan y terminan al mismo tiempo.
Artículo 42.— El Soviet de la Unión elige su Presidente y cuatro Vicepresidentes.
Artículo 43.— El Soviet de las Nacionalidades elige su Presidente y cuatro Vicepresidentes.
Artículo 44.— Los presidentes del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades
presiden las reuniones de las respectivas cámaras y velan por la aplicación de su
reglamento interno.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 6
Artículo 45.— Las sesiones conjuntas de las dos cámaras del Soviet Supremo de la URSS las
presiden por turno los presidentes del Soviet de la Unión y del Soviet de las Nacionalidades.
Artículo 46.— La reuniones del Soviet Supremo de la URSS son convocadas por su Presidium
dos veces al año.
Las reuniones extraordinarias las convoca el Presidium del Soviet Supremo de la URSS
cuando lo considera necesario o a petición de cualquier república federada.
Artículo 47.— En caso de desacuerdo entre el Soviet de la Unión y el Soviet de las
Nacionalidades, el asunto se somete a decisión de una Comisión de Conciliación,
formada por ambas cámaras sobre bases paritarias. Si la Comisión de Conciliación no
llega a un acuerdo concorde o si el acuerdo no satisface a una de las cámaras, el asunto
es examinado por segunda vez en las cámaras. En el caso de que no se logre un acuerdo
concorde de ambas cámaras, el Presidium del Soviet Supremo de la URSS disuelve el
Soviet Supremo de la URSS y convoca nuevas elecciones.
Artículo 48.— El Soviet Supremo de la URSS elige en sesión conjunta de ambas cámaras el
Presidium del Soviet Supremo de la URSS, compuesto del Presidente, quince
Vicepresidentes —uno por cada república federada—, el Secretario y otros veinte
miembros.
El Presidium del Soviet Supremo de la URSS rinde cuenta de toda su actuación ante el
Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 49.— El Presidium del Soviet Supremo de la URSS:
a) convoca las reuniones del Soviet Supremo de la URSS;
b) promulga decretos;
c) interpreta las leyes vigentes en la URSS;
d) disuelve el Soviet Supremo de la URSS, en consonancia con el artículo 47 de la Constitución
de la URSS, y convoca nuevas elecciones;
e) efectúa consultas populares (referéndums) por iniciativa propia o a petición de cualquier
república federada;
f) anula las disposiciones y decisiones del Consejo de Ministros de la URSS y de los Consejos
de Ministros de las repúblicas federadas cuando no se ajusten a la ley;
g) durante el período comprendido entre las reuniones del Soviet Supremo de la URSS releva
de sus funciones y nombra a ministros de la URSS, a propuesta del Presidente del
Consejo de Ministros de la URSS, debiendo someter luego su decisión a la aprobación
del Soviet Supremo de la URSS;
h) instituye las órdenes y medallas de la URSS y estatuye los títulos honoríficos de la URSS;
i) condecora con órdenes y medallas de la URSS y adjudica los títulos honoríficos de la URSS;
j) ejerce el derecho de gracia;
k) establece los grados militares, los rangos diplomáticos y otros títulos especiales;
l) nombra y releva a los altos mandos de las Fuerzas Armadas de la URSS;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 7
m) durante el período comprendido entre las sesiones del Soviet Supremo de la URSS declara
el estado de guerra en caso de agresión militar a la URSS o si es necesario cumplir
compromisos contractuales internacionales de defensa mutua frente a la agresión;
n) decreta la movilización total o parcial;
o) ratifica y denuncia los tratados internacionales de la URSS;
p) nombra y revoca a los representantes plenipotenciarios de la URSS en otros Estados;
q) recibe las cartas credenciales y de revocación de los representantes diplomáticos de los
Estados acreditados cerca de él;
r) declara el estado de guerra en lugares determinados o en toda la URSS en interés de la
defensa del país o para garantizar el orden público y la seguridad del Estado.
Artículo 50.— El Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades eligen Comisiones de
Actas que comprueban los poderes de los diputados de cada Cámara.
A propuesta de las Comisiones de Actas, las cámaras aprueban o anulan la validez de
la elección de los diputados.
Artículo 51.— El Soviet Supremo de la URSS designa, cuando lo estima necesario, comisiones
de investigación o revisión de cualquier asunto.
Todas las instituciones y todos los funcionarios públicos vienen obligados a satisfacer
las peticiones de estas comisiones y facilitarles los datos y documentos necesarios.
Artículo 52.— Los diputados al Soviet Supremo de la URSS no pueden ser procesados ni
detenidos sin la conformidad del Soviet Supremo de la URSS y, en el período
comprendido entre las sesiones del mismo, sin la conformidad del Presidium del Soviet
Supremo de la URSS.
Artículo 53.— Al expirar los poderes del Soviet Supremo de la URSS, o en caso de ser
disuelto antes de extinguirse su mandato, el Presidium conserva sus atribuciones hasta
la formación de otro por el Soviet Supremo de la URSS de nueva elección.
Artículo 54.— Al expirar los poderes del Soviet Supremo de la URSS, o en caso de ser
disuelto antes de extinguirse su mandato, el Presidium convoca nuevas elecciones en el
plazo máximo de dos meses a partir de la fecha de expiración de los poderes o de la
disolución del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 55.— El Soviet Supremo de la URSS de nueva elección es convocado por el
Presidium del precedente Soviet Supremo de la URSS en el plazo máximo de tres meses
después de las elecciones.
Artículo 56.— El Soviet Supremo de la URSS forma, en sesión conjunta de ambas cámaras,
el Gobierno de la URSS: el Consejo de Ministros de la URSS.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 8
Capítulo IV
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LAS REPÚBLICAS FEDERADAS
Artículo 57.— El órgano supremo de poder de la república federada es su Soviet Supremo.
Artículo 58.— El Soviet Supremo de la república federada lo eligen los ciudadanos de la
república por un plazo de cuatro años.
Las normas de representación son fijadas por las Constituciones de las repúblicas federadas.
Artículo 59.— El Soviet Supremo de la república federada es el único órgano legislativo de
la república.
Artículo 60.— El Soviet Supremo de la república federada:
a) aprueba la Constitución de la república e introduce en ella modificaciones, en consonancia
con el artículo 16 de la Constitución de la URSS;
b) ratifica las Constituciones de las repúblicas autónomas que forman parte de ella y fija las
fronteras de las mismas;
c) aprueba el plan económico y el presupuesto de la república;
d) ejerce el derecho de amnistía y de gracia respecto a los ciudadanos condenados por órganos
judiciales de la república federada;
e) determina la representación de la república federada en las relaciones internacionales;
f) determina las normas de organización de las formaciones militares de la república.
Artículo 61.— El Soviet Supremo de la república federada elige su Presidium, compuesto del
Presidente, los Vicepresidentes, el Secretario y otros miembros.
Las atribuciones del Presidium del Soviet Supremo de la república federada son
determinadas por la Constitución de ésta.
Artículo 62.— Para dirigir las reuniones, el Soviet Supremo de la república federada elige a
su Presidente y sus Vicepresidentes.
Artículo 63.— El Soviet Supremo de la república federada forma el Gobierno de la república
federada: el Consejo de Ministros de la república federada.
Capítulo V
ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO DE LA UNIÓN DE
REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS
Artículo 64.— El órgano superior del poder ejecutivo y administrativo de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas es el Consejo de Ministros de la URSS.
Artículo 65.— El Consejo de Ministros de la URSS es responsable ante el Soviet Supremo de
la URSS y le rinde cuenta de su gestión; en el período comprendido entre las reuniones del
Soviet Supremo es responsable ante el Presidium de éste y le rinde cuenta de su gestión.
Artículo 66.— El Consejo de Ministros de la URSS adopta acuerdos y disposiciones sobre la
base y en cumplimiento de las leyes vigentes y controla su ejecución.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 9
Artículo 67.— El cumplimiento de los acuerdos y disposiciones del Consejo de Ministros de
la URSS es obligatorio en todo el territorio del país.
Artículo 68.— El Consejo de Ministros de la URSS:
a) unifica y dirige la labor de los Ministerios de toda la Unión, así como de los Ministerios de
toda la Unión y de república, de los Comités Estatales del Consejo de Ministros de la
URSS y de las demás instituciones que se hallan bajo su jurisdicción;
b) adopta medidas para asegurar el cumplimiento del plan de la economía nacional y del
presupuesto del Estado y fortalecer el sistema monetario y crediticio;
c) adopta medidas para asegurar el orden público, defender los intereses del Estado y proteger
los derechos de los ciudadanos;
d) ejerce la dirección general de las relaciones con los Estados extranjeros;
e) fija los contingentes anuales de ciudadanos que deben ser llamados al servicio militar activo
y dirige la organización general de las Fuerzas Armadas del país;
f) forma Comités Estatales de la URSS y, en caso de necesidad, Comités Especiales y
Direcciones Generales adjuntos al Consejo de Ministros de la URSS para los asuntos
concernientes a la labor económica, cultural y de defensa.
Artículo 69.— El Consejo de Ministros de la URSS está facultado, en las ramas de la
administración y de la economía que incumben a la URSS, para dejar en suspenso los
acuerdos y disposiciones de los Consejos de Ministros de las repúblicas federadas y
anular las órdenes e instrucciones de los Ministros de la URSS, así como los actos de
otras instituciones dependientes de él.
Artículo 70.— El Consejo de Ministros de la URSS lo forma el Soviet Supremo de la URSS
y se compone de:
Presidente del Consejo de Ministros de la URSS;
Primeros Vicepresidentes del Consejo de Ministros de la URSS;
Vicepresidentes del Consejo de Ministros de la URSS;
Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Planificación, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de la Construcción, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Abastecimiento de Materiales y Maquinaria, del Consejo de
Ministros de la URSS;
Presidente del Comité de Control Popular de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Salarios, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Ciencia y Técnica, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Precios, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Estandardización, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Enseñanza Profesional y Técnica, del Consejo de Ministros
de la URSS;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 10
Presidente del Comité Estatal de Televisión y Radiodifusión, del Consejo de Ministros de la
URSS;
Presidente del Comité Estatal de Silvicultura, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente del Comité Estatal de Relaciones Económicas Exteriores, del Consejo de Ministros
de la URSS;
Presidente del Comité de Seguridad del Estado, adjunto al Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente de la Sociedad de toda la Unión para la venta de maquinaria agrícola a los koljoses
y sovjoses, del Consejo de Ministros de la URSS;
Presidente de la Dirección del Banco del Estado de la URSS;
Jefe de la Dirección Central de Estadística, adjunta al Consejo de Ministros de la URSS.
Forman parte del Consejo de Ministros de la URSS, en virtud de su propio cargo, los
Presidentes de los Consejos de Ministros de las repúblicas federadas.
Artículo 71.— El Gobierno de la URSS o cualquier Ministro de la URSS, al ser interpelados
por un diputado al Soviet Supremo de la URSS, están obligados a contestarle de palabra
o por escrito, en el plazo máximo de tres días, en la Cámara correspondiente.
Artículo 72.— Los Ministros de la URSS dirigen las ramas de la administración del Estado que
incumben a la URSS.
Artículo 73.— Los Ministros de la URSS dictan, dentro de la competencia de los Ministerios
correspondientes, órdenes e instrucciones sobre la base y en cumplimiento de las leyes
en vigor, así como de las disposiciones y órdenes del Consejo de Ministros de la URSS,
y controlan su ejecución.
Artículo 74.— Los Ministerios de la URSS pueden ser de toda la Unión o bien de toda la
Unión y de república.
Artículo 75.— Los Ministerios de toda la Unión dirigen en todo el territorio del país,
directamente o a través de los órganos designados por ellos, la rama de la administración
del Estado que les está encomendada.
Artículo 76.— Los Ministerios de toda la Unión y de república dirigen la rama de la
administración del Estado que les está encomendada a través, por lo general, de los
ministerios homónimos de las repúblicas federadas y sólo administran directamente un
número determinado y limitado de empresas, de conformidad con una relación aprobada
por el Presidium del Soviet Supremo de la URSS.
Artículo 77.— Son Ministerios de toda la Unión los de:
Industria Aeronáutica;
Industria Automovilística;
Comercio Exterior;
Industria del Gas;
Aviación Civil;
Construcción de Maquinaria;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 11
Maquinaria para las Industrias Ligera y Alimentaria y Aparatos de Uso Doméstico;
Industria de Equipos e Instrumental Médicos;
Flota Marítima;
Industria Petrolera;
Industria de Defensa;
Maquinaria General;
Aparatos de Precisión, Medios de Automatización y Sistemas de Dirección;
Vías de Comunicación;
Industria Radiotécnica;
Maquinaria Media;
Máquinas-Herramienta e Instrumental;
Maquinaria para la Construcción en General, de Carreteras y de Servicios Municipales;
Industria de Construcciones Navales;
Tractores y Maquinaria Agrícola;
Construcciones para el Transporte;
Maquinaria Pesada, Energética y de Transporte;
Maquinaria para las Industrias Química y Petrolera;
Industria Química;
Industria Electrónica;
Industria Celuloso-Papelera;
Industria Electrotécnica.
Artículo 78.— Son Ministerios de toda la Unión y de República los de:
Interior;
Enseñanza Superior y Media Especializada;
Geología;
Acopios;
Sanidad;
Negocios Extranjeros;
Cultura;
Industria Ligera;
Industria Forestal y Maderera;
Mejoramiento de los Terrenos y Aprovechamiento de Aguas;
Montaje y Trabajos Especiales de la Construcción;
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 12
Industria de la Carne y de Productos Lácteos;
Industria de Destilación del Petróleo y Petroquímica;
Defensa;
Industria Alimentaria;
Construcción de Empresas Industriales;
Industria de Materiales de Construcción;
Instrucción Pública;
Industria Pesquera;
Comunicaciones;
Construcción Rural, Agricultura;
Construcción;
Construcción de Empresas de la Industria Pesada;
Comercio;
Industria Hullera;
Hacienda;
Metalurgia no Ferrosa;
Siderurgia;
Industria Energética y Electrificación;
Justicia.
Capítulo VI
ÓRGANOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO DE LAS REPÚBLICAS
FEDERADAS
Artículo 79.— El órgano superior de poder ejecutivo y administrativo de la república federada
es el Consejo de Ministros de la república.
Artículo 80.— El Consejo de Ministros de la república federada es responsable ante el Soviet
Supremo de la república federada y le rinde cuenta de su gestión; en el período
comprendido entre las reuniones del Soviet Supremo de la república federada es
responsable ante el Presidium de éste y le rinde cuenta de su gestión.
Artículo 81.— El Consejo de Ministros de la república federada adopta acuerdos y disposiciones
sobre la base y en cumplimiento de las leyes vigentes de la URSS y de la república
federada, así como de las disposiciones y órdenes del Consejo de Ministros de la URSS,
y controla su ejecución.
Artículo 82.— El Consejo de Ministros de la república federada está facultado para dejar en
suspenso los acuerdos y disposiciones de los Consejos de Ministros de las repúblicas
autónomas y anular las decisiones y disposiciones de los Comités Ejecutivos de los
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 13
Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios, regiones y regiones
autónomas.
Artículo 83.— El Consejo de Ministros de la república federada lo forma el Soviet Supremo
de la república federada y se compone de:
Presidente del Consejo de Ministros de la república federada;
Vicepresidentes del Consejo de Ministros;
Ministros;
Presidentes de los Comités Estatales y de las comisiones y dirigentes de otros
departamentos del Consejo de Ministros, instituidos por el Soviet Supremo de la república
federada de conformidad con la Constitución de ésta.
Artículo 84.— Los Ministros de la república federada dirigen las ramas de la administración
del Estado que incumben a la república federada.
Artículo 85.— Los Ministros de la república federada dictan, dentro de la competencia de los
ministerios correspondientes, órdenes e instrucciones sobre la base y en cumplimiento
de las leyes de la URSS y de la república federada, así como de los acuerdos y
disposiciones del Consejo de Ministros de la URSS y del de la república federada y de
las órdenes e instrucciones de los Ministerios de toda la Unión y de república de la
URSS.
Artículo 86.— Los Ministerios de la república federada pueden ser de toda la Unión y de
república o sólo de república.
Artículo 87.— Los Ministerios de toda la Unión y de república dirigen la rama de la
administración del Estado que les está encomendada, subordinándose tanto al Consejo
de Ministros de la república federada como al correspondiente Ministerio de toda la
Unión y de república de la URSS.
Artículo 88.— Los Ministerios de república dirigen la rama de la administración del Estado
que les está encomendada, subordinándose directamente al Consejo de Ministros de la
república federada.
Capítulo VII
ÓRGANOS SUPERIORES DE PODER DE LAS REPÚBLICAS SOCIALISTAS
SOVIÉTICAS AUTÓNOMAS
Artículo 89.— El órgano supremo de poder de la república autónoma es el Soviet Supremo de
la República Socialista Soviética Autónoma.
Artículo 90.— El Soviet Supremo de la república autónoma lo eligen los ciudadanos de la
república por un plazo de cuatro años, de acuerdo con las normas de representación
fijadas por la Constitución de la república autónoma.
Artículo 91.— El Soviet Supremo de la república autónoma es el único órgano legislativo de
ésta.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 14
Artículo 92.— Cada república autónoma tiene su Constitución, con arreglo a las peculiaridades
de la república autónoma y en plena concordancia con la Constitución de la república
federada.
Artículo 93.— El Soviet Supremo de la república autónoma elige su Presidium y forma el
Consejo de Ministros de la república autónoma, de conformidad con su Constitución.
Capítulo VIII
ÓRGANOS LOCALES DE PODER
Artículo 94.— Los órganos locales de poder en los territorios, regiones, regiones autónomas,
comarcas, distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas, aldeas, caseríos, kishlaks,
aúles) son los Soviets de diputados de los trabajadores.
Artículo 95.— Los Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios, regiones,
regiones autónomas, comarcas, distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas, aldeas,
caseríos, kishlaks, aúles), cuyo mandato es de dos años, son elegidos por los trabajadores
del respectivo territorio, región, región autónoma, comarca, ciudad o localidad rural.
Artículo 96.— Las normas de representación para los Soviets de diputados de los trabajadores
son fijadas por las Constituciones de las repúblicas federadas.
Artículo 97.— Los Soviets de diputados de los trabajadores dirigen la labor de los órganos
administrativos que dependen de ellos, aseguran el orden público, el cumplimiento de
las leyes y la protección de los derechos de los ciudadanos, dirigen la actividad
económica y cultural local y determinan el presupuesto local.
Artículo 98.— Los Soviets de diputados de los trabajadores adoptan acuerdos y dictan
disposiciones en los límites de las facultades que les confieren las leyes de la URSS y
de la república federada.
Artículo 99.— Los órganos ejecutivos y administrativos de los Soviets de diputados de los
trabajadores de los territorios, regiones, regiones autónomas, comarcas, distritos,
ciudades y localidades rurales son los Comités Ejecutivos, elegidos por los Soviets y
compuestos del Presidente, los Vicepresidentes, el Secretario y los vocales.
Artículo 100.—En los pequeños núcleos de población, los órganos ejecutivos y administrativos
de los Soviets de diputados de los trabajadores los integran, de acuerdo con las
Constituciones de las repúblicas federadas, el Presidente, el Vicepresidente y el
Secretario elegidos por dichos Soviets.
Artículo 101.— Los órganos ejecutivos de los Soviets de diputados de los trabajadores rinden
cuenta directamente de su gestión tanto al Soviet de diputados de los trabajadores que
los ha elegido como al órgano ejecutivo del Soviet de diputados de los trabajadores
inmediatamente superior.
Capítulo IX
TRIBUNALES Y PROCURATURA
Artículo 102.— La Justicia es administrada en la URSS por el Tribunal Supremo de la URSS,
los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas, los tribunales de los territorios y
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 15
regiones, de las repúblicas autónomas, regiones autónomas y comarcas, los tribunales
especiales de la URSS, instituidos por acuerdo del Soviet Supremo de la URSS, y los
tribunales populares.
Artículo 103.— Las causas se ven en todos los tribunales con participación de jurados
populares, salvo en los casos previstos especialmente por la ley.
Artículo 104.— El máximo órgano judicial es el Tribunal Supremo de la URSS. Está
encargado de vigilar la actuación de los órganos de justicia de la URSS y de las
repúblicas federadas, en los límites establecidos por la ley.
Artículo 105.— El Tribunal Supremo de la URSS lo elige el Soviet Supremo de la URSS por
un plazo de cinco años.
Forman parte del Tribunal Supremo de la URSS, en virtud de su propio cargo, los
Presidentes de los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas.
Artículo 106.— Los Tribunales Supremos de las repúblicas federadas los eligen los Soviets
Supremos de las mismas por un plazo de cinco años.
Artículo 107.— Los Tribunales Supremos de las repúblicas autónomas los eligen los Soviets
Supremos de las mismas por un plazo de cinco años.
Artículo 108.— Los tribunales de los territorios y regiones, de las regiones autónomas y de las
comarcas los eligen los Soviets de diputados de los trabajadores de los territorios,
regiones o comarcas, o bien los Soviets de diputados de los trabajadores de las regiones
autónomas, por un plazo de cinco años.
Artículo 109.—Los jueces populares de los tribunales populares distritales (urbanos) los eligen
los ciudadanos de cada distrito (ciudad), por un plazo de cinco años, mediante sufragio
universal, igual, directo y secreto.
Los jurados populares de los tribunales populares distritales (urbanos) los eligen, por un
plazo de dos años, los obreros, empleados y campesinos, en asambleas generales, celebradas
en los lugares de trabajo o de vivienda, y los militares, en las unidades militares.
Artículo 110.— La Justicia se administra en la lengua de la república federada o
autónoma o de la región autónoma, asegurando a quienes no hablen dicha lengua el
conocimiento pleno de los documentos de la causa por medio de un intérprete, así como el
derecho de usar de la palabra ante el tribunal en su lengua materna.
Artículo 111.— La vista de las causas en todos los tribunales de la URSS es pública, siempre
que la ley no disponga lo contrario, garantizándose al acusado el derecho de defensa.
Artículo 112.— Los jueces son independientes y sólo se subordinan a la ley.
Artículo 113.— La vigilancia máxima del cumplimiento exacto de las leyes por todos los
Ministerios e instituciones dependientes de ellos, así como por los funcionarios públicos
y los ciudadanos de la URSS, incumbe al Fiscal General de la URSS.
Artículo 114.— El Fiscal General de la URSS lo designa el Soviet Supremo de la URSS por
un plazo de siete años.
Artículo 115.— Los fiscales de las repúblicas, de los territorios y de las regiones, así como los
de las repúblicas autónomas y regiones autónomas, los designa el Fiscal General de la
URSS por un plazo de cinco años.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 16
Artículo 116.— Los fiscales de las comarcas, de los distritos y de las ciudades los designan
los fiscales de las repúblicas federadas por un plazo de cinco años, debiendo ser
ratificados por el Fiscal General de la URSS.
Artículo 117.— Los órganos de la Procuratura son independientes de todo órgano local en el
ejercicio de sus funciones, subordinándose únicamente al Fiscal General de la URSS.
Capítulo X
DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES DE LOS CIUDADANOS
Artículo 118.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al trabajo, es decir, a obtener un
trabajo garantizado y remunerado según su cantidad y calidad. Garantizan el derecho a
trabajo la organización socialista de la economía nacional, el crecimiento constante de
las fuerzas productivas de la sociedad soviética, la eliminación de la posibilidad de crisis
económicas y la supresión del paro forzoso.
Artículo 119.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso.
Garantizan el derecho al descanso la jornada laboral de siete horas para los obreros y empleados
y su reducción a seis horas para las profesiones cuyas condiciones de trabajo son difíciles, y
a cuatro horas en las secciones en que dichas condiciones son especialmente difíciles; las
vacaciones anuales pagadas para los obreros y empleados, y la existencia de una extensa red
de sanatorios, casas de descanso y clubs, puestos a disposición de los trabajadores.
Artículo 120.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la asistencia económica en la
vejez, así como en caso de enfermedad y de pérdida de la capacidad de trabajo.
Garantizan este derecho el amplio desarrollo de los seguros sociales de los obreros y
empleados a cargo del Estado, la asistencia médica gratuita a los trabajadores y la existencia
de una extensa red de balnearios puestos a disposición de los trabajadores.
Artículo 121.— Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la instrucción.
Garantizan este derecho la enseñanza general y obligatoria de ocho grados, la gran
amplitud de la enseñanza media politécnica general, de la enseñanza profesional y técnica, y
de la enseñanza media especializada y superior, basadas en la vinculación del estudio con la
vida, con la producción; el fomento máximo de la enseñanza nocturna y por libre, la gratuidad
de toda clase de enseñanza y el sistema de becas del Estado; la enseñanza en las escuelas en
¡a lengua materna, y la organización en las fábricas, sovjoses y koljoses de la enseñanza
gratuita fabril, técnica y agronómica para los trabajadores.
Artículo 122.— La mujer tiene en la URSS iguales derechos que el hombre en todos los
dominios de la vida económica, pública, cultural, social y política.
Garantizan el ejercicio de estos derechos la concesión a la mujer de los mismos derechos
que al hombre en materia de trabajo, salario, descanso, seguros sociales e instrucción; la
protección de los derechos de la madre y del niño por el Estado; la ayuda del Estado a las
madres de prole numerosa y a las madres solas; la concesión a la mujer de vacaciones pagadas
en caso de embarazo, y una extensa red de casas de maternidad, casas-cuna y jardines de la
infancia.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 17
Artículo 123.— Es ley inviolable la igualdad de derechos de los ciudadanos de la URSS, sin
distinción de nacionalidad ni de raza, en todos los dominios de la vida económica,
pública, cultural, social y política.
La ley castiga toda restricción directa o indirecta de los derechos, o, inversamente, el
establecimiento de privilegios directos o indirectos de los ciudadanos por razón de la raza y la
nacionalidad a que pertenezcan, lo mismo que toda prédica de exclusivismo racial o nacional,
o de odio y desdén racial o nacional.
Artículo 124.— A fin de garantizar a los ciudadanos la libertad de conciencia, la Iglesia en la
URSS está separada del Estado, y la escuela, de la Iglesia. Se reconoce a todos los
ciudadanos la libertad de culto y la libertad de propaganda antirreligiosa.
Artículo 125.— De conformidad con los intereses de los trabajadores y a fin de consolidar el
régimen socialista, la ley garantiza a los ciudadanos de la URSS:
a) la libertad de palabra;
b) la libertad de imprenta;
c) la libertad de reunión y de mítines;
d) la libertad de desfiles y manifestaciones en las calles.
Garantizan estos derechos de los ciudadanos el que los trabajadores y sus organizaciones
disponen de las imprentas, existencias de papel, edificios públicos, calles, medios de
comunicación y otras condiciones materiales necesarias para su ejercicio.
Artículo 126.— De conformidad con los intereses de los trabajadores y a fin de fomentar la
iniciativa de organización y la actividad política de las masas populares, se garantiza a
los ciudadanos de la URSS el derecho de agruparse en organizaciones sociales:
sindicatos, asociaciones cooperativas, organizaciones juveniles, deportivas y de defensa,
sociedades culturales, técnicas y científicas. Los ciudadanos más activos y más
conscientes que forman parte de la clase obrera, de los campesinos trabajadores y de los
intelectuales trabajadores se agrupan voluntariamente en el Partido Comunista de la
Unión Soviética, destacamento de vanguardia de los trabajadores en su lucha por edificar
la sociedad comunista y núcleo dirigente de todas las organizaciones de los trabajadores,
tanto sociales como del Estado.
Artículo 127.— Los ciudadanos de la URSS tienen garantizada la inviolabilidad personal.
Nadie puede ser detenido sino por decisión del tribunal o con sanción del fiscal.
Artículo 128.— La ley protege la inviolabilidad del domicilio de los ciudadanos y el secreto
de la correspondencia.
Artículo 129.— La URSS concede el derecho de asilo a los ciudadanos extranjeros perseguidos
por defender los intereses de los trabajadores, por sus actividades científicas o por su
lucha de liberación nacional.
Artículo 130.— Todo ciudadano de la URSS tiene el deber de observar la Constitución de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cumplir las leyes, acatar la disciplina de
trabajo, cumplir honradamente con sus obligaciones sociales y respetar las reglas de
convivencia socialista.
Artículo 131.— Todo ciudadano de la URSS tiene el deber de cuidar y fortalecer la propiedad
social, socialista, como base sagrada e inviolable del régimen soviético, como origen de
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 18
la riqueza y del poderío de la patria, como fuente de una vida acomodada y culta para
todos los trabajadores.
Los individuos que atentan contra la propiedad social, socialista, son enemigos del
pueblo.
Artículo 132.— El servicio militar general obligatorio es una ley.
El servicio militar en las Fuerzas Armadas de la URSS es un deber de honor de los
ciudadanos de la URSS.
Artículo 133.— La defensa de la patria es un deber sagrado de todo ciudadano de la URSS.
La traición a la patria —la violación del juramento, la deserción al campo enemigo, el
detrimento del poderío militar del Estado y el espionaje— es castigada con todo el rigor
de la ley como el más grave de los crímenes.
Capítulo XI
SISTEMA ELECTORAL
Artículo 134.— Todos los Soviets de diputados de los trabajadores —el Soviet Supremo de la
URSS, los Soviets Supremos de las repúblicas federadas, los Soviets de territorio y de
región, los Soviets Supremos de las repúblicas autónomas, los Soviets de las regiones
autónomas y de las comarcas, de los distritos, ciudades y localidades rurales (stanitsas,
aldeas, caseríos, kishlaks y aúles)— son elegidos por sufragio universal, igual, directo y
secreto.
Artículo 135.— Las elecciones de diputados se hacen por sufragio universal: tienen derecho
a participar en ellas todos los ciudadanos de la URSS que hayan alcanzado la edad de
18 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezcan, de su sexo,
religión, grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y
actividades en el pasado, con excepción de los alienados, reconocidos como tales de
acuerdo con la ley.
Puede ser elegido diputado al Soviet Supremo de la URSS todo ciudadano de la URSS
que haya cumplido 23 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezca,
de su sexo, religión, grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y
actividades en el pasado.
Artículo 136.— Las elecciones de diputados se hacen por sufragio igual: cada ciudadano tiene
un solo voto; todos los ciudadanos participan en las elecciones sobre bases iguales.
Artículo 137.— Las mujeres gozan del mismo derecho que los hombres de elegir y ser
elegidas.
Artículo 138.— Los ciudadanos incorporados a las Fuerzas Armadas de la URSS gozan del
derecho de elegir y ser elegidos igual que los demás ciudadanos.
Artículo 139.— Las elecciones de diputados son directas: todos los Soviets de diputados de los
trabajadores, desde los Soviets de las localidades rurales y urbanas hasta el Soviet
Supremo de la URSS, son elegidos por los ciudadanos de forma inmediata, por sufragio
directo.
Artículo 140.— La votación en las elecciones de diputados es secreta.
CONSTITUCIÓN SOVIÉTICA DE 1936 19
Artículo 141.—En las elecciones, los candidatos se presentan por circunscripciones electorales.
Tienen derecho a presentar candidatos las organizaciones sociales y las asociaciones de
los trabajadores: las organizaciones del Partido Comunista, los sindicatos, las cooperativas, las
organizaciones juveniles y las sociedades culturales.
Artículo 142.— Todo diputado está obligado a rendir cuenta a los electores de su labor y de
la del Soviet de diputados de los trabajadores, y puede ser revocado en todo momento,
por decisión de la mayoría de los electores, de acuerdo con el procedimiento previsto
por la ley.
Capítulo XII
ESCUDO, BANDERA Y CAPITAL
Artículo 143.— El escudo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas consta de la hoz
y el martillo sobre el globo terráqueo, iluminado por los rayos del sol y orlado de
espigas, con la siguiente inscripción en las lenguas de las repúblicas federadas:
«¡Proletarios de todos los países, uníos!» En lo alto del escudo figura una estrella de
cinco puntas.
Artículo 144.—La bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas la forma un lienzo
rojo, que ostenta en el ángulo superior, cerca del asta, una hoz y un martillo dorados y,
sobre ellos, una estrella roja de cinco puntas bordeada de un cerco dorado. La relación
de la anchura y la longitud es de 1:2.
Artículo 145.— La capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es la ciudad de
Moscú.
Capítulo XIII
PROCEDIMIENTO PARA MODIFICAR LA CONSTITUCIÓN
Artículo 146.— La Constitución de la URSS sólo puede ser modificada mediante decisión del
Soviet Supremo de la URSS, adoptada por una mayoría no inferior a dos tercios de los
votos en cada una de sus Cámaras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)